Empresarios transitan de lo tradicional a lo innovador, la oferta de habitaciones crece y se hace temática, ahora puede escogerse el concepto: oriental, romana, safari, hindú, love, egipcia, …
La oferta motelera en la zona metropolitana de Puebla es amplia y variada, con más de 4 mil habitaciones diseñadas para cada gusto, preferencia y presupuesto.
El mes del Amor y la Amistad amerita la visita a este tipo de establecimientos que además de privilegiar la discreción y la privacidad, ofrecen amenidades para una estancia cómoda y conforme a las necesidades.
Una pareja puede pagar desde 220 pesos por una habitación sencilla, hasta más de 2 mil pesos por una suite que incluye tina de hidromasajes, cama king size, tubo para table dance, pantalla LCD, sillones para posiciones, música, antifaces, luces ambientales, servicios de lujo, bebidas, souvenirs y estacionamiento para dos automóviles.
Durante el fin de semana alusivo al 14 de febrero, los moteleros prevén una ocupación del 80 por ciento, ante la oferta de paquetes especiales para las parejas, como una bebida de cortesía, flores, chocolates u horas de estancia gratis.
“La demanda para el 14 de febrero ha bajado antes teníamos una ocupación que hasta había gente esperando en los moteles, hoy ya no es tanto, creo que la situación económica influye, pero también es que el 14 de febrero ya se no promociona tanto como antes, es un día más en la vida de las personas”, comentó Manuel Domínguez Gabián, vicepresidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles.
Para celebrar al amor no hay edad, abundó el empresario “no hay un perfil en los moteles, viene gente joven, mayor, tenemos gente de la tercera edad también”.
Puebla es uno de los lugares con mayor número de refugios para los amantes de la intimidad, sólo en la zona metropolitana existen más de 100 establecimientos con un promedio de 20 a 45 habitaciones de diferentes categorías y temáticas, donde la estancia oscila entre las tres a cinco horas.
Los poblanos son moteleros
Esta industria parece haber dado un giro, los moteles dejaron atrás el concepto de lugares “cinco letras” para convertirse en espacios de “primer nivel”, innovadores, que integran detalles ecológicos, diseños arquitectónicos e infraestructura que permite a los huéspedes hacer su estancia placentera.
La mayor ocupación se registra durante las mañanas y después de las cuatro de la tarde, sobre todo en fines de semana. Los ingresos son variados, desde señoras de 40 años con hombres más jóvenes, varones mayores con jovencitas, swingers, parejas jóvenes o adultas y visitas individuales, “hoy las mujeres llegan acompañadas manejando su propio vehículo y ellas pagan sin pena”.
Domínguez Gabián, explica que ante el hacinamiento que se vive en algunos hogares, los moteles se convirtieron en un escape para los matrimonios, “ahora vienen aquí y aprovechan su espacio”.
Si bien no existe una estadística sobre la frecuencia de visita, lo cierto es que los poblanos acuden “bastante” a los moteles, ya sea por privacidad, para conocer nuevas experiencias, disfrutar de un encuentro amoroso o de paso con la familia.
“Ha cambiado mucho el servicio de los moteles, también llega mucho hospedaje, un 10 a 20 por ciento lo utilizamos para el hospedaje. Antes nos veían como un giro negro, hoy dejaron de vernos así, tenemos servicios de primera calidad a precios accesibles. Me atrevo a decir que hay habitaciones de motel que son mejores que hoteles de gran turismo y de cinco estrellas por el tipo de servicios que se ofrecen”, comentó.
El empresario reconoció que el mercado motelero en Puebla está saturado, hoy en día este tipo de inmuebles se ubican por igual frente centros comerciales, junto a salones de fiestas infantiles, gasolineras, bares, escuelas o iglesias.
“Está muy saturado el mercado, lo digo con franqueza hoy no es negocio, en su momento hace 10 a 15 años lo fue, pero ahora ya no. Dicen que Puebla es una ciudad de mochos, pero me niego a creerlo, creo que el poblano sí utiliza “bastante” los moteles”.
Las zonas que concentran el mayor número de establecimientos son la Recta-Cholula, avenida Forjadores, carretera Atlixco, Loreto-Estadio Cuauhtémoc, Valsequillo, 11 sur, Bugambilias, Zavaleta, Capu y Mayorazgo.