Si para México los resultados de la prueba PISA son pésimos, para Puebla lo son aún más, pues la entidad lejos de mejorar en matemáticas y lectura empeoró.
En los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA por sus siglas en inglés) de 2012, México ocupó el último lugar de los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y la posición 53 de 65 naciones que participaron en la prueba.
El promedio de México como país subió en matemáticas, al pasar de 385 puntos que obtuvo en 2003 a 413 en 2012.
Sin embargo, el estado de Puebla retrocedió en las últimas dos mediciones. En 2009 los estudiantes poblanos alcanzaron 424 puntos en matemáticas, y en la evaluación del año pasado 415 puntos.
En comprensión lectora la caída fue aún mayor, ya que en 2009 el promedio de los estudiantes fue de 433 puntos y en el 2012 de 423 puntos, una unidad abajo de la media nacional.
La cuestión es preocupante y ojalá la SEP tuviera una explicación clara sobre las causas de este pobre desempeño, que contrasta con los fuertes estímulos y apoyos económicos y materiales que los docentes poblanos han recibido del gobierno de Rafael Moreno Valle.
Una cosa que las autoridades poblanas no podrán hacer será echarle la culpa a la administración anterior, considerando que el secretario de Educación de Mario Marín, Darío Carmona García, es hoy uno de los principales asesores del gobierno estatal en materia educativa.
¿O me equivoco?