Habitantes de la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla retaron a las autoridades a recorrer los alrededores del relleno sanitario de Puebla para que conozcan el grado de contaminación y los escurrimientos de lixiviados.
Inés Leyva, Victoriana Alberta Juárez, Justino Corona y Sergio Morales González, entre otros pobladores, pidieron a las autoridades detener la contaminación que se presenta en barrancas de los alrededores del depósito de residuos sólidos.
El presidente del comité de agua potable de la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, Sergio Morales González, informó que detectaron al menos 12 puntos del relleno de Chiltepeque de los que brotan lixivados, problema que no está controlando la empresa que maneja el inmueble.
Por su parte, Inés Layva, habitante de la junta auxiliar ubicada al oriente de la capital, destacó que existe preocupación porque no aprecian que ninguna autoridad haga algo por verificar la forma en que opera el relleno.
“Si no representa un riesgo para la población, que vengan las autoridades a tomarse un poquito del agua de la barranca. Si no son lixiviados y no contaminen que vengan a ver, que dejen sus oficinas”, señaló Inés Leyva.
La Comuna confirmó filtraciones y busca embovedar la barranca
El martes se informó que la Secretaría del Medioambiente y Servicios Públicos del ayuntamiento de Puebla confirmó la filtración de lixiviados (escurrimientos derivados de la basura) del relleno sanitario del Chiltepeque hacia la barranca El Aguaje, de la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, por lo que planea embovedar el caudal para reparar el problema.
El municipio ya solicitó autorización a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para efectuar ese procedimiento y así evitar que la barranca continúe contaminándose.
De acuerdo con la revisión del ayuntamiento, las filtraciones de lixiviados se originaron porque los canales de conducción del relleno sanitario se derramaron como consecuencia de las lluvias registradas en la entidad.
Sin embargo la directora de Normatividad y Control de la dependencia, Carolina Beauregard Martínez, consideró que los lixiviados originados en el relleno sanitario del Chiltepeque “no son tan nocivos”, pues si lo fueran, animales como las garzas no regresarían a tomar agua al lugar.
Pese a lo anterior, reconoció que ese tipo de filtraciones no son óptimas para la salud de los habitantes aledaños al tiradero, a quienes, aseguró, han atendido por las quejas que al respecto han presentado.