Desde ahora en el equipo cercano al edil electo de Puebla, Antonio Gali Fayad empieza a haber preocupación por el comportamiento y los posibles conflictos que podría generar uno de los hijos del próximo alcalde de nombre Edy Gali, quien es famoso por su carácter temperamental y ser parte de un grupo empresarial que está dominando el mercado de los antros nocturnos.
Edy Gali, junto con un grupo de amigos que son empresarios, han formado el Grupo Ambar, que actualmente controla importantes bares y centros de baile en la colonia La Paz, en la 43 Poniente y San Andrés Cholula. El último establecimiento que se abrió se llama Jeffreys y es uno de los antros de moda en la capital.
A sus apenas 22 o 23 años, el hijo de Antonio Gali ya es parte de un grupo empresarial que controla un segmento importante del mercado de antros de la capital y San Andrés Cholula, y que parece tener las conexiones políticas para que en los próximos años se pueda seguir expandiendo y sobre todo sus establecimientos no enfrenten problemas con las autoridades encargados de regularlos.
Tal situación parecería ser similar a la que se vivió en el sexenio pasado con el Grupo Shiva, del cual se sabía que pertenecía a importantes funcionarios del gobierno de Mario Marín Torres y tuvo en su lista de propiedades a los antros de moda, en donde se cometían muchos abusos y actos ilícitos que eran solapados por las fuerzas de seguridad pública y los funcionarios que sancionan este tipo de negocios.
El nombre de Edy Gali saltó a la fama primero cuando siendo su padre titular de la Secretaría de Infraestructura encabezó una fiesta para celebrar su cumpleaños 54, en el sitio llamado Santuario Chivas, en San Andrés Cholula, en donde repartió a los 6 mil asistentes un disco que grabó a dúo con su hijo y que tiene como principal titulo la canción “No soy el aire”.
Un segundo hecho fue cuando ya siendo su padre candidato a la alcaldía de la capital por la coalición Puebla Unia, Edy Gali encabezó hechos de violencia contra un estudiante que en la Universidad de las Américas cuestionó al aspirante y fue echado del lugar en donde se realizaba un encuentro entre alumnos y Gali Fayad.
El tercer aspecto que destaca de este muchacho es su carácter temperamental que contrasta mucho con el de su hermano mayor, Antonio Gali López, quien es más político, conciliador y amigable; actitud que mostró en su faceta como diputado local del PRD y ahora como funcionario del gobierno del estado.
Quienes conocen a Edy Gali narran que pese a que fue exhibido en un video –ampliamente difundido en redes sociales y en la prensa local y nacional– cuando encabezó lo hechos de violencia en la Universidad de las Américas, no cambió su forma de ser.
Durante la campaña electoral –cuentan– que mandó muchos mensajes vía telefónica y por correo electrónico a jóvenes priistas o empresarios advirtiéndoles que si no apoyaban a su padre o mostraban simpatías hacía el entonces candidato del PRI, Enrique Agüera Ibáñez, se encargaría de que fueran excluidos de reuniones sociales, como casamientos o bautizos, que realizan las familias pudientes de la ciudad de Puebla.
Esos mensajes, estilo siciliano, dicen que se empezaron a cumplir durante la campaña. Un destacado priista cuenta que le llamó la atención que a su prometida la invitaron a varios eventos sociales y la principal condición era que él no la pudiera acompañar.
Tal asunto no se quedó en el anecdotario de la campaña electoral, sino que algunos testigos de ello sostienen que sigue vigente.
Se dice que hasta la fecha varios priistas o empresarios siguen siendo excluidos de reuniones sociales por no haber sido seguidores de Antonio Gali Fayad o haber mostrado simpatías por Enrique Agüera.
Ante tales historias sólo queda preguntarse: ¿si eso pasó con Edy Gali cuando su padre era candidato, ahora que va a suceder en los próximos cuatro años 8 meses, periodo en que su progenitor será alcalde de la capital?