Policías estatales golpean, asaltan y abandonan a periodistas
Que vienen más recortes de personal en el gobierno estatal
Eric Lara Martínez y Cirilo Salas Hernández al CEN del SNTE
En el mundo de la política, las actitudes de los actores dicen a veces más, mucho más, que sus palabras. Y eso es precisamente lo que ocurre con la actitud de Fernando Manzanilla Prieto de mantenerse en la administración pública estatal, pero sin el brillo que la acompañó durante los primeros 18 meses; o con la actitud de su cuñado, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, que se muestra más afable con su secretario de Infraestructura y con su secretario de Salud que con su secretario general de Gobierno en la puja por la nominación a la alcaldía poblana.
Oficial, y oficiosamente, los tres siguen siendo los aspirantes del grupo político de Moreno Valle para hacerse de la candidatura del PAN a la presidencia municipal de Puebla, pero en la praxis Fernando Manzanilla se ha retraído, a diferencia de José Antonio Gali Fayad y Jorge Fouad Aguilar Chedraui, que se muestran confiados y echados para adelante.
Si bien el secretario general de gobierno ha reactivado apariciones públicas y carruseles radiofónicos, y retomado sus jornadas de lectura y por la paz en colonias populares y juntas auxiliares, lo cierto es que el ánimo de Manzanilla y algunos de sus principales colaboradores y operadores políticos se percibe diferente, con menos entusiasmo del que había antes de que comenzaran a correr las versiones sobre sus desencuentros con el gobernador y su posible salida del gabinete estatal.
Y aunque el secretario general de Gobierno ha salido al paso de estas versiones, tachándolas de rumores de medios traviesos, su actitud frente a la posibilidad de convertirse en el candidato de una coalición de partidos a la presidencia municipal de Puebla fluctúa entre la prudencia y la ambigüedad, pasando por la incertidumbre.
Talante muy distinto al exhibido por el secretario de Infraestructura, José Antonio Gali, en sus apariciones públicas, recorridos de obras, giras de trabajo, entrevistas de prensa o en redes sociales. O al que muestra el secretario de Salud, Jorge Aguilar Chedraui, en sus campañas para evitar el cáncer de mama, a través de mastografías gratuitas, y jornadas de atención ciudadana para ofrecer sus servicios médicos o practicar cirugías de cataratas, con el apoyo y cobijo de la presidenta del Sistema Estatal DIF, Martha Erika Alonso.
La interpretación de que Moreno Valle y Manzanilla no están distanciados sino que mantienen esta estrategia para confundir y obtener información relevante de sus adversarios políticos, jugando al policía malo y policía bueno, no se sostiene en los hechos.
Las evidencias de que el secretario general de Gobierno dejó de ser la prioridad número uno del mandatario estatal y que ahora esta posición la tienen su secretario de Infraestructura o su secretario de Salud, se multiplican todos los días en los dichos de columnistas y comentaristas políticos de radio y televisión, en gacetillas de prensa y fotos de portada de periódicos y medios bajo la órbita de la Dirección de Comunicación Social del Ejecutivo estatal.
La permanencia de Manzanilla en la contienda interna es más simbólica que real, más de forma que de fondo. Pura pantalla, pues.
Esta simulación también genera confusiones dentro y fuera del grupo morenovallista, como aquella que sostiene que Manzanilla seguirá hasta el final, ahora con el respaldo de El Yunque.
Una cosa es que los dirigentes yunquistas y grupos panistas tradicionales manifiesten más simpatía por el cuñado del gobernador que por Gali Fayad o Aguilar Chedraui, y otra muy diferente que en la contienda interna éstos vayan a respaldarlo en aras de impedir que los favoritos del gobernador del estado se hagan de la nominación a la alcaldía de Puebla.
En realidad, los yunquistas y panistas tradicionales buscarán que uno de los suyos como Francisco (Franco) Rodríguez Álvarez o Pablo Montiel Solana se quede con la candidatura a la presidencia municipal de Puebla antes que el secretario general de gobierno.
Y si no, al tiempo.
EN CORTO
La noche del sábado, los periodistas Jesse Brena García y Gerardo Rojas González, de Milenio Puebla y e-consulta.com, fueron levantados, golpeados y asaltados por policías estatales, y más tarde abandonados en un lote baldío en las inmediaciones de Ciudad Judicial.
Los hechos ocurrieron al filo de las 22:30 horas, cuando ambos compañeros se encontraron en el cruce de la 16 de septiembre y boulevard Las Torres para ir a cenar.
Jesse Brena y Gerardo Rojas fueron detenidos, subidos a la batea de una camioneta de la Policía Estatal, vejados, golpeados y despojados de sus carteras, celulares y otras pertenencias, y posteriormente tirados cerca de Ciudad Judicial.
La agresión y el asalto de que fueron víctimas quedaron asentados en la averiguación previa 5877/2012 por el delito de abuso de autoridad, robo y otros que resulten, interpuesta ante la agencia centro del Ministerio Público de esta ciudad.
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Tómelo con reserva, pero una fuente confiable asegura que a finales de año habrá un nuevo y drástico recorte de personal en el gobierno del estado y que los más afectados serán los trabajadores sindicalizados de base. ¿Y así pretenden ganar los comicios locales del año entrante?
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Los ex dirigentes de las secciones 23 y 51 del SNTE, Eric Lara Martínez y Cirilo Salas Hernández, lograron colarse al Comité Ejecutivo Nacional de esta organización sindical en el último Congreso Nacional efectuado en Cancún.
Eric Lara fue electo como integrante del Colegiado Nacional de Asuntos Laborales, junto con José García Mora y Juan Espinosa; y Cirilo Salas como miembro del Colegiado Nacional de Desarrollo Educativo, Cultural y Superación Profesional.
El Colegiado de Asuntos Laborales es la tercera cartera más importante en la estructura sindical del SNTE, después de Organización y Finanzas.
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Este sábado en la hacienda de Pastejé, en el estado de México, se reunieron los miembros del grupo La Amistad con el presidente electo Enrique Peña Nieto y algunos de sus más cercanos colaboradores como Luis Videgaray Caso.
A la comida convocada por Carlos Peralta Quintero asistieron además de Peña y Videgaray, el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam, el coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y los empresarios Carlos Slim y su yerno Arturo Elías Ayub, Jaime Camil, Olegario Vázquez Raña y Víctor Sarquís.
De Puebla acudió José Chedraui Budib, quien por cierto estuvo sentado con Luis Videgaray, Arturo Elías, Jesús Murillo y Jaime Camil.
