Si alguien pensaba que el clima de inestabilidad que se vive en San Martín Texmelucan ya había tocado fondo es necesario advertir que todavía puede agravarse más las condiciones que privan en ese municipio, ya que el actual alcalde, Teodoro Ixtlapale Caporal, que apenas lleva un mes en el cargo y ya demostró una absoluta incapacidad para gobernar, tiene en mente pedir licencia en diciembre próximo para buscar ser candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a diputado local.
En caso de que eso ocurriera, San Martín Texmelucan se encaminaría a la cifra inédita de tener en un solo trienio cuatro presidentes municipales. Actualmente ya lleva tres ediles, y dos de ellos, Jazmín Alonso y Teodoro Ixtlapale, han sumido a la comunidad en sendos periodos de ingobernabilidad.
Lo peor de esta situación es que el proyecto que motiva a Ixtlapale Caporal ha posiblemente a buscar ser candidato a diputado, es que siente un político de alto nivel, que está innovando la administración pública, y por tanto merece aspirar a un mejor cargo al que actualmente ocupa. Esto luego de que se frustró el proyecto de ser edil en un periodo completo.
Incluso se sabe que se está estudiando la posibilidad de que la sucesora de Teodoro Ixtlapale pudiera ser la regidora Mercedes Botello, quien ocupa la cartera de Gobernación.
Mientras el edil piensa en sus próximos proyectos políticos, en el municipio cada vez se agravan más los problemas existentes. Uno de ellos, es que las extorsiones de los agentes de Tránsito contra transportistas y automovilistas particulares se han incrementado, luego de que al inicio del trienio se habían reducido drásticamente. Y en dicho tema la autoridad local está ausente en buscar resolver dicho conflicto.
El problema de fondo de Teodoro Ixtlapale es que es alguien sin la más mínima experiencia en las lides de gobernar. El único antecedente que tiene es haber sido presidente del Comité Municipal del PRI, cargo al que por cierto no ha renunciado, lo cual provoca que el tricolor no tenga un líder al frente.
Ixtlapale Caporal es un personaje incrédulo, que no tiene asesores y sus decisiones las decide con base a dos factores. El primero es que es alguien sometido a la figura de su padre, Raúl Ixtlapale, quien es propietario de la empresa Abarrotera Lumbreras y es uno de los hombres más ricos de la región.
Para nadie es un secreto que la mayoría de los políticos, del PRI y del PAN, buscan al señor Raúl Ixtlapale para que les ayude a financiar sus campañas electorales.
Sin embargo, el ser mecenas de políticos no hace al señor Ixtlapale un experto en administración municipal. Y eso se ha constatado en la asesoría que le da a su hijo, quien no tiene el control del ayuntamiento y no sabe como atender los conflictos del municipio.
Y para nadie es un secreto, que el grueso de las decisiones en la Comuna las toma el señor Raúl Ixtlapale, se las ordena a su hijo y éste las ejecuta sin analizar sus consecuencias. Es decir, en Texmelucan el ayuntamiento depende de un patriarcado.
Otra persona que está influyendo en el edil de Texmelucan es el llamado “secretario sin cartera” del gobierno de Rafael Moreno Valle. Me refiero a Eukid Castañón, quien desde la opacidad se dedica a operar los temas electorales y varios conflictos a nombre del jefe del Poder Ejecutivo.
Ese nexo del edil con el “secretario son cartera” se observa en que el nuevo director de Obra Pública del ayuntamiento, Noé Édgar Díaz, es un personaje ligado a Eukid Castañón.
En tanto, la Tesorería del gobierno sigue a cargo de Héctor Sulaimán Safi, quien a su vez tiene un equipo de 30 personas que controlan las áreas de fiscalización y compras. Dicho personaje pertenece al grupo del anterior alcalde, Carlos Sánchez.
La permanencia de Sulaimán se debe a que Carlos Sánchez, quien actualmente coordina a los diputados federales del PRI que son de Puebla, amenazó con que si Ixtlapale Caporal no respeta los contratos y obras que se iniciaron al arranque del trienio, podría regresar a la presidencia municipal y sacar por la vía legal al actual edil suplente.
En resumen, Rodolfo Ixtlapale no controla plenamente la Tesorería y la Dirección de Obra Pública. Y un alcalde que no tiene el manejo de esas áreas, es alguien que no está gobernando o le hacen creer que es quien gobierna.
Al mismo tiempo, muchos de sus funcionarios lo están metiendo en una espiral de nuevo conflictos. Veamos un caso:
Uno de los nombramientos que hizo el nuevo edil fue el de José de Jesús Aguilar Carrasco, quienes el secretario general del ayuntamiento, y lunes de esta semana, lo nombraron Tesorero del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de San Martín Texmelucan (Sosapatex).
En la misma sesión en que Aguilar Carrasco llegó al Sosapatex, promovió el proyecto para que se dote de agua potable a la colonia Antorcha Campesina, que es donde se asientan militantes de dicha agrupación priista.
No tiene nada de malo que se le dote de agua a una colonia de antorchistas, ya que es un derecho que tienen los colonos de cualquier parte y nadie se debe oponer al mismo.
El problema de fondo es que esa decisión no responde a la detección de carencias urbanas, sino que José de Jesús Aguilar quiere favorecer a Antorcha Campesina, sin que el edil tenga conciencia que eso lo llevará a confrontarse con los grupos políticos que son antagónicos de esa organización.
Ahí no acaba todo. El secretario general del ayuntamiento también está vinculado con Manuel Valencia, uno de los líderes más violentos de agrupaciones de comerciantes del tianguis semanal de Texmelucan, en donde los enfrentamientos, a mano armada, son una constante.
Y entonces el edil acabará enemistándose con los grupos contrarios a Valencia, por el simple hecho de que no controla los intereses de su secretario general.
