La semana pasada le adelantaba en este espacio el inminente próximo nombramiento de Jorge Benito Cruz Bermúdez como nuevo Secretario de Educación Pública del gobierno del estado de Puebla, una vez que se confirme la llegada de Luis Maldonado Venegas a la Secretaría General de Gobierno.
Tal vez para algunos, lo aquí publicado pudo ser una sorpresa, pero no para el propio aludido, quien desde hace un par de semanas recibió la consabida señal.
Por eso, el actual Subsecretario de Educación Media Superior de la dependencia ya toma actitudes de secretario de estado.
Amarra, negocia y acuerda, seguro de que sus “grandes amigos”, Rafael Moreno Valle Rosas y el propio Maldonado, le cumplirán cabalmente la promesa de perfilarlo a las grandes ligas de la política poblana.
En corto, cuenta cómo, cuándo y dónde recibió la oferta, qué se negoció a cambio ya qué se comprometió en lo profesional y en lo personal.
Sí, Jorge Benito está que no se la cree.
Sin embargo, existen evidencias de que este relevo estaba ya planeado para concretarse en algún momento del sexenio.
El trato preferencial que ha recibido Cruz Bermúdez desde su integración al servicio público estatal así lo demuestra.
Trabaja poco, muy poco, se le todavía menos en la oficina desde en teoría despacha y lo mejor para él: recibe ingresos netos superiores a los 200 mil pesos mensuales por concepto de sueldo.
¿Cómo la ve?
Sólo así se entiende que este personaje haya decidido, sin pensarlo, dejar su carrera política al interior de lo que era el partido Convergencia, donde fungió como tesorero y seguir ciegamente a su líder, pastor y ejemplo, el señor Maldonado en su aventura poblana.
Además, Cruz Bermúdez encaja perfectamente en el perfil de secretarios que se buscan en la actual administración.
Más allá de su capacidad, pesa mucho en su nombramiento el hecho de que Jorge Benito esté obsesionado por el cuidado de su imagen.
Pasa horas en el Sport City de Palmas, desde donde realmente atiende los pocos asuntos que merecen su atención como funcionario, tiene una especial debilidad por los trajes de marca italiana, los automóviles de lujo y los relojes de edición limitada.
Prueba superada.
Va a ser muy interesante ver las consecuencias de los reacomodos en el gabinete estatal y en las relaciones de poder al interior, entre los mismos secretarios y en su relación con el gobernador Moreno Valle.
A muchos no les gustará la enorme fuerza que tendría Maldonado de confirmarse los enroques, ya que se haría del control total de dos de las carteras de mayor importancia en el organigrama del sector público estatal.
Las envidias y los celos se dispararían de manera automática.
Resucitarán, como por arte de magia, las pueriles guerritas, esas que ya son características de la forma de ser de quienes llevan años siendo parte del equipo cercano del gobernador.
Pero lo más importante: ¿qué tanto podría convivir Moreno Valle con un supersecretario, plenipotenciario, al que además de respetar le tiene agradecimeinto?
Podría ser un contrapeso muy interesante ¿no cree?
