La cada vez más evidente proclividad del PRD poblano de volverse a aliar electoralmente con el PAN y el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, junto con la falta de una vida orgánica de este instituto político desde hace dos años, ya empezó a provocar una fuerte deserción en sus filas de miembros que no están de acuerdo con volver a repetir el esquema de 2010. Y en esta semana, empezarán a migrar al PT, partido que ya diseñó una estrategia para recibirlos y que estará a cargo del líder nacional petista, Alberto Anaya.
El primer bloque de migración del PRD hacia el PT estará formado por: unos 40 dirigentes y miembros de Comités Municipales perredistas; 10 regidores, dos alcaldes en funciones y la tribu que comanda el ex diputado local, Horacio Gaspar Lima.
Además, el proyecto que está desplegando el Partido del Trabajo también incluye el intentar captar a los grupos del Movimiento de Regeneración Nacional y a muchos sectores de la izquierda no militante, que son los que nutrieron con la mayor cantidad de votos a la izquierda en el pasado proceso electoral.
Y es que en el PRD empieza a haber un fuerte hartazgo contra el control que ejerce Luis Miguel Barbosa Huerta, quien domina el partido desde hace una década y siempre acaba dirigiendo los esfuerzos, las estrategias y el trabajo de todos los integrantes de la agrupación para que el ahora senador obtenga posiciones a favor de su grupo, generalmente traducido en diputaciones locales por vía plurinominal.
Otro factor que está motivando dicha respuesta, es que en 2010, cuando el PRD decidió aliarse con el PAN, había 160 comités municipales perredistas en el estado. Con la coalición opositora que ese año surgió y encabezó Moreno Valle, el partido del sol azteca solamente pudo postular a 40 candidatos a alcaldes. Lo cual significó dejar a 120 de esas formaciones sin la posibilidad de tener un aspirante a edil.
Ahí no termina todo. De esas 40 candidaturas que el PRD obtuvo en 2010 en la extinta coalición Compromiso por Puebla, se estima que 10 correspondieron a panistas que no obtuvieron el respaldo en su partido y acabaron postulándose a alcaldes por la vía del Partido de la Revolución Democrática. Un ejemplo fue Eliseo Zayas Jaen, quien siendo panista logró ser aspirante a edil de Acatzingo por medio de la izquierda, y ahora está en la cárcel por una pugna entre grupos de Acción Nacional.
Tal situación ha llevado a que el grueso de los grupos del PRD en los municipios del estado de 2010 a la fecha se han visto desplazados de la participación electoral por la alianza que hubo con el PAN, y sobre todo, porque el partido desde hace dos años no tiene trabajo político, ya que no hay quien atienda en la sede central de dicho instituto político.
Y por si fuera poco, nadie en el PRD ha encontrado cuál fue el beneficio de llevar a Rafael Moreno Valle a la gubernatura, puesto que el grueso de la obra pública y los programas se concentran en las zonas urbanas y no son compartidos con la militancia perredista.
Por esas razones, entre los grupos regionales del PRD cada vez hay más claridad de que si se vuelven a aliar con el PAN, la crisis del partido se va a intensificar y prolongar por el resto del sexenio.
Cambios en el PT
En la presente semana estará en Puebla el líder del PT, Alberto Anaya, quien viene a supervisar las condiciones en que se encuentra el partido y establecer un proyecto para recibir a grupos del PRD, tendiente a buscar reposicionar al instituto petista de cara a los comicios locales de 2013 y como parte del proyecto político que a nivel nacional encabeza Andrés Manuel López Obrador.
La presencia de Anaya ya empezó a generar zozobra en quienes controla el PT en Puebla, Mariano Hernández y Zeferino Rodríguez, pues se sabe que ambos, aunque aparentemente mantienen una posición crítica hacia el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, en las últimas semanas habrían estado coqueteando con la posibilidad de impulsar una alianza electoral con el grupo del gobernador.
Sobre todo porque hacia el interior del PT queda claro que si el partido quiere reposicionarse de cara al proceso de 2013, asimilar a los grupos que están dejando el PRD y no perder el voto de simpatizantes de izquierda que sufragaron por López Obrador, se tiene que hacer con dirigentes distintos a Hernández y Rodríguez, quienes se han caracterizado por estar controlados desde el PRI y mantener en el marasmo a la fuerza política que encabezan.
A finales de este año habrá una reestructuración de las dirigencias locales del PT en todo el país. Y en Puebla muchos grupos están exigiendo la salida de Rodríguez y Hernández.
Se sabe que Alberto Anaya está conciente de que en Puebla debe haber renovación. El problema es que hasta ahora no se ha encontrado a las figuras que puedan ocupar del trabajo de reestructuración del partido y que sean personajes claramente identificados con un proyecto de izquierda.
Una posibilidad es que está analizando es que la nueva dirigencia pudiera surgir de ex miembros del PRI, que están vinculados con el ex gobernador y ahora senador, Manuel Bartlett Díaz.
