Un rumor que ha empezado a correr en algunos círculos del Partido Revolucionario Institucional es que el ex gobernador y ahora ex senador de la República Melquiades Morales Flores ha echado andar sus redes de cabildeo y relaciones para buscar una nueva posición política, y al parecer esta búsqueda ha motivado que en Casa Puebla se esté analizando la posibilidad de impulsar al ex mandatario para que tal vez pudiera ser candidato del partido tricolor a presidente municipal de la capital.
Al mismo tiempo, Morales Flores ha expresado un “sí quiero” en la Ciudad de México para que sea considerado como un serio aspirante a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, pues ese cargo durante los próximos meses quedará vacante ante la muy alta posibilidad de que el actual dirigente, Pedro Joaquín Coldwell, se incorpore al gabinete de Enrique Peña Nieto.
Lo interesante es que si alguien le pregunta a Melquiades Morales si está buscando un nuevo cargo, seguramente va a responder que no está en sus planes obtener una posición, y mucho menos un puesto de elección popular. Eso mismo ya lo mencionó hace algunos días en una entrevista; sin embargo, ese siempre ha sido su estilo, negar los planes que tiene en mente.
Hace seis años casi daba entender que había llegado a su fin su ciclo en cargos de elección popular y acabó siendo candidato al Senado. Al final llegó a la Cámara Alta por la vía de la primera minoría.
Un par de años antes, Morales Flores decía ser ajeno al proyecto de Rafael Moreno Valle Rosas para convertirse en gobernador de Puebla. Insistía en que era amigo del candidato, pero que su lealtad era con el Partido Revolucionario Institucional. El caso es que durante la comida que el actual jefe del Poder Ejecutivo ofreció el día de su toma de protesta, en una mesa cercana a la principal estaba sentada la mayoría de los miembros de la familia Morales Flores, pues eran parte del triunfo del entonces candidato de la coalición Compromiso por Puebla.
Y ahora para nadie es un secreto es que miembros de la familia de Melquiades Morales Flores han sido una parte fundamental para que Moreno Valle ejerza el control sobre fuerzas del Partido Revolucionario Institucional. El ejemplo más vivo es, sin duda, Fernando Morales, el dirigente priista e hijo del ex mandatario, que sin empacho se jacta de ser cercano a los intereses del actual gobernador.
Se sabe que las posibilidades de Melquiades Morales de acceder a un alto cargo político son amplias, pues es considerado como uno de los priistas más cercanos a Manlio Fabio Beltrones, el líder del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados y quien se encuentra negociando con Enrique Peña Nieto la incorporación de sus cuadros al gobierno federal, a la cúpula nacional del tricolor y en cargos de elección popular en diferentes partes del país.
También ha trascendido que la inquietud de que Melquiades Morales pudiera ser presidente del Partido Revolucionario Institucional o candidato a presidente municipal de Puebla ha sido vista con exceso de agrado en Casa Puebla, ya que podría significarle a Moreno Valle Rosas tener una relación directa con el priismo nacional o tener un edil de la capital que sea a modo, si importar que sea de un partido ajeno al del jefe del Poder Ejecutivo.
En ese sentido se está viendo al ex gobernador como un posible “Plan B”, ante la posibilidad de que se agudice la pugna entre El Yunque y el gobernador por el control del Partido Acción Nacional, y se acabe imponiendo el panismo tradicional. Lo que se traduciría en la posibilidad de que el albiazul le cierre las puertas al titular de la secretaría General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, para que pudiera ser candidato a edil de la capital.
El proyecto de Casa Puebla es que se establezca una nueva alianza de fuerzas opositoras al Partido Revolucionario Institucional con la intención de que el gobernador pueda imponer al gusto de sus intereses a candidatos a alcaldes y diputados locales.
Sin una alianza del Partido Acción Nacional con otras fuerzas políticas se complica la posibilidad de que Manzanilla Prieto pueda ser candidato, toda vez que es un político ajeno a los panistas y en general es un personaje ajeno a la ciudad de Puebla, ya que es alguien que solamente está de paso en el estado, no tiene arraigo y es visto como el ejecutor de los actos de intolerancia de la administración de Moreno Valle Rosas.
En cambio, Morales Flores es un hombre con arraigo entre priistas. Es agradable ante sectores del electorado ajenos al Partido Revolucionario Institucional, y sería un candidato fuerte que podría aprovechar el desgaste que sufre el Partido Acción Nacional por ser gobierno en el presente.
Lo más importante es que aunque Rafael Moreno Valle y Melquiades Morales Flores sean de partidos distintos, nunca habría un diferendo entre ambos; tal como sí ocurre con frecuencia entre el mandatario y el alcalde Eduardo Rivera Pérez, pese a que ambos son militantes de Acción Nacional.
Algunos priistas comentaron a este columnista que el interés de Melquiades Morales se centra en la posibilidad de ser presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional. Es una posición que buscó desde que dejó la gubernatura de Puebla.
La posibilidad de ser candidato a edil de Puebla sería la segunda opción.
Y algo que lo puede motivar es que el señor Morales Flores ya pasó por casi todos los cargos políticos de Puebla, menos la alcaldía de la capital.




