Diversos actores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se han acercado al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) priista a solicitar información y han obtenido la misma respuesta: el partido en Puebla necesariamente tendrá que tener cambios este año en su dirección, para que el tricolor tenga plena independencia frente al gobernador Rafael Morano Valle Rosas de cara a los comicios de 2013. Esa respuesta se traduce en que todo apunta a que muy probablemente habrá una remoción de Fernando Morales Martínez como presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional.
El diagnóstico que se tiene en el Comité Ejecutivo Nacional –refieren algunos de los priistas que han acudido a esa instancia– es que en Puebla hay una situación “insostenible”, al existir un marcado malestar entre la militancia y líderes de grupos por el comportamiento de Fernando Morales Martínez, quien siempre se ha mostrado ligado a los intereses del gobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas y de vivir alejado de la mayoría de las corrientes del priismo poblano.
Se sabe que en general en el CEN del PRI hay la determinación de revisar el actuar de las dirigencia priistas en los estados gobernados por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y obligarlas a que de ahora en adelante se deben manejar de manera autónoma e independiente de los intereses de los poderes Ejecutivos de esas entidades.
Tal situación explica porque desde la cúpula nacional del tricolor se decidió que el edil con licencia de San Martín Texmelucan, Carlos Sánchez, fuera nombrado como coordinador de los diputados federales priistas de Puebla. Su designación no solamente obedece a la cercanía que este personaje tiene del secretario de Finanzas del PRI, Jorge Estefan Chidiac, sino porque es un político que no tiene compromisos con el grupo político de Rafael Moreno Valle Rosas.
En cambio se impidió que la coordinación recayera en el ex candidato a la gubernatura y ahora diputado de representación proporcional, Javier López Zavala, o en José Luis Márquez Martínez quien será legislador por Zacatlán, debido a que ambos se les ve como priistas controlados por el gobierno del estado.
Ante esas nuevas condiciones que empiezan a surgir en el PRI, una vez que el tricolor ha logrado su regreso a Los Pinos, pareciera que Fernando Morales estaría ya explorando una salida justificada del partido. A eso obedece el anunció de que pugnará para que el próximo año la militancia designe a la mayoría de los candidatos a ediles. Esa exigencia no suena convincente, pues este personaje como líder del tricolor sólo colocó a amigos en los principales puestos del instituto político que dirige.
Su estrategia pareciera que se orienta a decir que al no encontrar eco en el PRI su propuesta de elegir a los próximos candidatos con la participación de la militancia, opta por salir de la dirección del partido.
Ante el posible escenario de cambio de dirigentes, por ahora, solamente se perciben a dos priistas que podrían aspirar a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional y son distantes del grupo de Moreno Valle. Ellos son: el legislador local Lauro Sánchez y el todavía legislador federal Alberto Jiménez Merino.