José Ramón Fernández y Jacobo Zabludovsky tienen una cosa en común: un programa en Espn.
El tema no podría ser otro: los Juegos Olímpicos de Londres.
No me he perdido una sola emisión.
No podría.
Zabludovsky pasó de ser el vocero oficial de los gobiernos del PRI al periodista respetado, informado y democrático que es hoy.
(López Obrador le tiene muchas consideraciones y siempre lo llama “licenciado”).
Tiene otras virtudes: goza de buena prosa y sus lecturas son evidentes.
Una más: le tiene una devoción poco común al lenguaje.
De José Ramón Fernández sé que es poblano, adicto a los deportes y dueño de un estilo singular que provocó, entre otras cosas, su ruptura, abrupta, con TV Azteca.
Por todo eso me senté a ver los programas que pasan en Espn.
He aquí mi crónica.
Joserra, como le llaman a José Ramón Fernández, abre el programa con su particular estilo.
Luego presenta a Jacobo.
Hablan de literatura.
Es un decir.
En realidad el que habla de literatura es Jacobo.
Joserra hace como que habla, hace como que sabe y hace como que está de acuerdo con lo que dice Jacobo.
Antes de mandar a corte, Joserra dice que “Chikspir” está más presente que nunca en Londres: está en la calle representado por los jóvenes.
Ah chingá.
Que yo sepa, “Chikspir” es representado públicamente desde hace cientos de años.
Van a corte.
Jacobo sonríe con benevolencia ante la ignorancia de Joserra.
Se ve conmovido.
Seguramente por las noche se pregunta qué carajos está haciendo en un programa así.
Joserra presume que en este “mano a mano” con Jacobo todos los televidentes salimos ganando.
Moción, señor locutor: si este fuera un mano a mano usted habría sido derrotado desde el primer toro.
Un novillero como Joserra nada tiene que hacer frente a un matador como Jacobo.
Los días que vienen son similares.
Joserra hace como que sabe y Jacobo lo mira con benevolencia.
Es claro que le conmueve su brutal ignorancia.
Los diálogos son más o menos así:
Jacobo: Churchill ha sido el personaje político más dotado en la historia del mundo.
Joserra: Muy dotado, muy dotado.
Jacobo: Fue también un extraordinario escritor, al grado de que ganó, muy merecidamente, el Premio Nobel de Literatura.
Joserra: Muy merecido, muy merecido.
Jacobo: Fue un estadista…
Joserra: Estoy de acuerdo. Un auténtico estadista.
Jacobo: Tuvo la visión de llevar a Gran Bretaña al lugar que tiene en el mundo.
Joserra: Todo un visionario. Muy visionario.
Diálogos como éste son cotidiano en “Jacobo y Joserra Presentan…”.
Algo es clarísimo: los micrófonos no mienten: exhiben la brillantez de unos y la estupidez de otros.
Vivan los locutores que nos dieron Patria.