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Seguramente dos décadas después de la muerte de Bob, todos se acuerdan de su programa “El placer de pintar”, pero hay cosas sobre este alegre pintor que nadie sabe.
1. Bob trabajaba gratis.
Empezando con el hecho de que Bob Ross jamás cobró por su programa, desde 1983 a 1994 se grabaron 403 episodios. Entonces ¿de qué vivía? Sus ingresos provenían de una compañía llamada Bob Ross Inc. que vendía material artístico (pinturas, pinceles, lienzos, sus videos y cursos en todo el país)
2. Jamás vendió una sola de sus pinturas.
Bob en una entrevista, afirmó que había hecho más de 30,000 pinturas desde los 18 años de edad. Cuando Ross murió de linfoma en 1995, la mayor parte de sus pinturas fueron donadas a la caridad.
“La mayoría las doné a lo largo del país, quienes las subastaron y fueron felices con el dinero que ganaron.”, contestó el pintor. Bueno, admitió que en sus comienzos vendió pinturas hechas en platos para ganar dinero y poder vivir en Alaska.
3. Tenía un inmenso amor a los animales
Esto puede no parecer sorprendente, pero la verdad es que no muchos alimentan a un cocodrilo bebé en la bañera.
Adoptaba aves con alas rotas, ardillas huérfanas bebé y una ardilla epiléptica que vivía en su jacuzzi vacío.
Durante la década de 1990, Ross tenía la esperanza de un nuevo programa que enseñara a los niños a proteger la vida silvestre.
4. A Bob no le gustaba su afro tan característico.
Aunque no podríamos imaginarnos esa cara sonriente sin su afro, él declaró varias ocasiones que no le gustaba su pelo.
5. Bob perteneció a la Fuerza Áerea
Lo más impresionante para el final. Bob pasó 20 años en en la Fuerza Aérea de Estados Unidos y se retiró con el rango de sargento mayor. De hecho, una misión en Alaska ayudó a que Bobby viese montañas cubiertas de nieve y árboles de hoja perenne que se convertirían en elementos básicos de sus cuadros. En una entrevista para el periódico Orlando Sentinel dijo: “Yo era ese tipo que te hace limpiar la letrina, que te hace tender tu cama, que te grita por llegar tarde. Ese trabajo requiere que seas un tipo duro, yo estaba harto”
Cuando Ross se retiró de la Fuerza Aérea, prometió que nunca volvería a gritar, un plan que llevo a cabo a la perfección .