México.- Si para algunos extrañaron y hasta indignaron las marchas a favor el Joaquín “El Chapo” Guzmán a otros no les causó rareza, pues, aunque resulte contradictorio, hay quienes ven en el capo un benefactor del pueblo.
En Culiacán, uno de los sectores que resienten la captura del líder del cártel Sinaloa es el restaurantero, pues en los establecimientos de mariscos y carne asada, donde solía comer, los meseros revelan que el capo era muy generoso con las propinas.
“Hasta 10 mil pesos daba el jefe a todos los meseros”, expresa un restaurantero.
Testimonios recogidos por el diario Reforma, revelan que los escoltas cercaban los restaurantes, e incluso se podía ver a policías locales en la guardia.
“El Chapo” frecuentaba restaurantes como Los Arcos, Mar & Sea, Las Palmas y el Angulo’s, indican los testimonios.
Para el capo, el callo de hacha, los camarones y el pulpo eran platillos de cajón, aunque también pedía jugosos cortes de carne y ensaladas.
“Nada excéntrico, sólo exigía que todo estuviera fresco”, recuerda uno de los meseros.
En los restaurantes, una avanzada del narcotraficante recomendaba a los comensales evitar el uso de celulares y salir del lugar mientras comía “el patrón”.
Y a cambio, “El Chapo” pagaba las cuentas de todas las mesas.
“Era muy amable, generalmente pedía los espacios privados, comía con su gente cercana y no duraba más de dos horas en el lugar”, recuerda otro empleado al corresponsal Benito Jiménez.
A principios de febrero, elementos del Ejército Mexicano fracasaron en consumar la captura de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán”.
“El Chapito” se encontraba en el Mar & Sea el pasado 6 de febrero y escapó “vestido de mesero y portando un mandil”.
Reprochan captura
Los operadores de “El Chapo” comían en restaurantes de bajo perfil como “El Charly”, donde los empleados reprochan la captura del capo.
“Pues desde que lo torcieron no ha venido su gente, con ellos se hacía el día. Venta segura y propinas al por mayor, a nosotros nos afectó”, dice un joven mesero.
Y es que de acuerdo con los testimonios, hasta mediados de 2013 “El Chapo” llegaba a los restaurantes hasta con 60 gatilleros.
“Mandaba una avanzada, nos decían viene el jefe, se prepara siempre un lugar especial”, recuerda un gerente restaurantero.
En Culiacán, dice Reforma, otros negocios, donde “El Chapo” tenía una asociación, serán afectados en sus ganancias en unos meses.
“Había toda una economía en torno al señor (El Chapo), los albañiles, los choferes, su gente cercana, los restaurantes, los salones de fiesta, varios sectores se comenzarán a venir abajo en su economía, pues dependían directamente de Guzmán.
“Hasta las autoridades van a tener faltantes, Guzmán repartía el dinero a todo mundo”, dijo un empresario de Culiacán.
Con información de Reforma
