La industria farmacéutica tiene un gran rival en la India, pues el segundo país más poblado del mundo aplica rigurosamente una ley de patentes que evita la protección de algunos medicamentos, como es el caso del anticancerígeno Nexavar de Bayer.
Durante una acalorada discusión con autoridades locales donde estaba en juego la patente del fármaco de última generación para el tratamiento contra el cáncer de hígado y riñón, Marjin Dekkers, consejero delegado de Bayer, perdió los estribos y señalo: “No creamos este medicamento para los indios, sino para los occidentales que pueden pagarlo”.
Esta información ha sido retomada por varios medios de comunicación y recibió el rechazo de organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF). “Las declaraciones de Marjin Dekkers resume las verdaderas intenciones de la industria farmacéutica multinacional. Bayer está admitiendo que los fármacos que desarrollan van a ser deliberadamente entre sus pacientes más ricos”.
El Doctor Manica Balasegaram, director de la Campaña de Acceso a los Medicamentos de MSF indicó que la actitud del consejero de Bayer, es un reflejo de la manera perversa en la que se desarrollan hoy en día los medicamentos donde las compañías están enfocadas en multiplicar sus ganancias presionando de manera agresiva para lograr patentes e incrementar los precios.
“Las enfermedades que no les reportan beneficios no entran en sus planes, y los pacientes que no tienen dinero para pagar los medicamentos se quedan una y otra vez fuera de la foto”, señaló.
Dekkers tuvo oportunidad de disculparse en un artículo publicado en Forbes. “Lamento que lo que una rápida respuesta en el marco de una discusión haya salido a la luz de una manera que yo no pretendía. No puede ser más contrario a lo que yo quiero o hacemos en Bayer”.
Esa su sentida disculpa involucró a los fabricantes de genéricos, comúnmente utilizados en campañas de acceso a medicamentos de los más desfavorecidos, y señaló que ellos “no invierten en investigación y no producen nuevas curas o tratamientos, ni para los mercados en desarrollo ni los desarrollados”.
MSF propone una industria farmacéutica diferente. “La innovación médica puede ser incentivada de una manera diferente, y la inversión en investigación puede ser recuperada siempre que se pongan los fármacos a disposición de todo el mundo, y que esto se haga a unos precios que no excluyan a millones de personas de la posibilidad de acceder a un tratamiento”.
No es la primera vez que India es el escenario de una batalla de patentes, anteriormente Novartis entró en conflicto por el anticancerígeno Glívec. Y es que el paìs asiático tiene una pujante industria de genéricos.