Los focos ahorradores contienen entre 5 y 20 miligramos de mercurio, cuyo vapor, al ser liberado cuando se rompen en una habitación o en el traslado a los basureros, representa una amenaza a la salud del ser humano y contaminan el ambiente.
Aunque una pieza no contiene mucho de este metal, basta que se quiebre uno para contaminar un cuarto de pequeñas dimensiones; en ese caso es necesario desalojar la habitación durante cuatro horas, dijo a Excélsior la doctora en ciencia médica de la Universidad de Brown, Agnes Kane.
La cantidad de mercurio de un foco ahorrador es menor a la que tiene la amalgama de una muela”, dijo a Excélsior el subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), Rafael Pacchianno Alaman. Pero los efectos del vapor de mercurio liberados son más dañinos.