Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Libre de Bruselas (ULB) reveló que las ondas emitidas por los teléfonos celulares afectan la memoria de las colonias de hormigas.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Libre de Bruselas (ULB) reveló que las ondas emitidas por los teléfonos celulares afectan la memoria de las colonias de hormigas.
La investigación, cuyo resultado fue publicado en la revista estadunidense Electromagnetic Biology and Medecine, concluyó que los insectos perdieron un 50 por ciento de su capacidad de aprender tras ser sometidos a las ondas de un generador de 900 MHz.
En un segundo momento, las hormigas ?olvidaron? la totalidad de las tareas que habían memorizado y se tornaron incapaces de reagruparse en la colonia o incluso de desplazarse.
Para la investigadora Marie-Claire Cammaerts, responsable del estudio, esos resultados prueban que el sistema nervioso de los seres humanos, constituido de células similares a las que fueron dañadas en los insectos, también puede sufrir alteraciones ante la exposición a las ondas de los teléfonos celulares.
No obstante, su conclusión ha sido contestada por el Instituto Científico de Salud Pública de Bélgica (ISSP, del nombre en francés).
?El metabolismo de una hormiga es muy diferente del de un hombre, así como la exposición a las ondas y la cantidad de energía absorbida por ambos no puede ser comparada?, argumentó Luc Verschaeve, biólogo en el ISSP.
Cammaerts, quien ha tardado tres años hasta lograr publicar su estudio en una revista especializada, acusó al lobby de las compañías telefónicas de ejercer presión para impedir la divulgación de informaciones sobre los efectos maléficos de las ondas celulares.
Para Verschaeve, sin embargo, el problema es justamente el contrario: ?Son los estudios que afirman que esas ondas no tienen ningún efecto sobre los organismos que no ganan jamás la atención de los medios?.