México regresó esta semana a los mercados internacionales de deuda con una emisión combinada de 8 mil millones de dólares en bonos, con el objetivo de fortalecer las finanzas públicas y respaldar a Petróleos Mexicanos (Pemex), que está considerada como la petrolera más endeudada del mundo.
La colocación se realizó en tres tramos:
- Mil 500 millones de dólares en notas a 5 años (vencimiento en 2031) con un diferencial de 123 puntos base sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
- 4 mil millones de dólares a 7 años (2033) con un spread de 165 puntos base.
- 2 mil 500 millones de dólares a 10 años (2035) con un diferencial también de 165 puntos base.
Según IFR, servicio financiero de LSEG, los recursos se destinarán a gastos generales del gobierno y a financiar parte de la recompra de bonos de Pemex por 9 mil 900 millones de dólares.
Apoyo soberano a Pemex
El acuerdo fue gestionado por Bank of America, Citigroup, JPMorgan, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Mizuho y SMBC Nikko. De acuerdo con el prospecto, parte de los fondos también se canalizarán como aportación de capital a Pemex, con el fin de amortizar, redimir y recomprar deuda en circulación.
“El hecho de que México pueda financiar estas obligaciones a nivel soberano es una decisión inteligente y positiva en el largo plazo”, declaró Jeff Grills, jefe de deuda de mercados emergentes en Aegon Asset Management, quien destacó que la operación contribuye a reducir la pesada deuda de la petrolera.
Pemex, en el centro de la estrategia financiera
Con cerca de 100 mil millones de dólares en pasivos, Pemex enfrenta una de sus etapas más críticas. El mes pasado, el Gobierno de México presentó un plan de negocios que prevé la autosuficiencia de la empresa en 2027, además de atraer socios privados que permitan elevar la producción, hoy en su nivel más bajo en 15 años.
En paralelo, el gobierno busca recaudar 13 mil 300 millones de dólares mediante un vehículo de inversión respaldado por bancos de desarrollo y comerciales.
Impacto en la calificación crediticia
El apoyo oficial a Pemex ya muestra efectos en la percepción de riesgo. La semana pasada, Moody’s elevó la nota crediticia de México en dos niveles, después de que Fitch Ratings hiciera lo mismo previamente, lo que refleja mayor confianza de los mercados en la estrategia financiera.
Con esta emisión, México refuerza su compromiso de sanear las finanzas de Pemex y de asegurar la sostenibilidad de la petrolera estatal, pieza clave en la economía nacional.