La Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, mejor conocida como AA, cumple 90 años al servicio de miles de seres humanos en todo el mundo. Es la única reconocida por Alcoholics Anonymous World Services, Inc., con sede en Nueva York, en los Estados Unidos de América.
La Central Mexicana está conformada por aproximadamente 110 mil miembros en recuperación y cuenta con una red de más de 14 mil grupos de ayuda mutua en todo el país. Estos grupos realizan terapias grupales de hora y media al día y ofrecen servicios totalmente gratuitos, motivo por el cual no cuentan con servicios de internamiento, anexos, granjas, casas de reposo ni albergues.
Durante su celebración de aniversario, se dio a conocer que su objetivo principal, desde 1935, es transmitir información y ofrecer métodos de recuperación basados en 12 pasos, sin cobrar cuotas ni exigir derecho de admisión.
Hoy en día, el consumo de alcohol lleva tanto a adultos como a adolescentes a realizar actividades ilícitas, que en muchos casos los conducen a penitenciarías y, en el mejor de los casos, a hospitales, a menudo con heridas graves.
Actualmente, existen datos alarmantes sobre el consumo de bebidas alcohólicas, que muestran la presencia de menores de edad en este vicio peligroso, causado por factores como el rechazo social, problemas familiares, entre otros.
“La juventud, desde el quinto año de primaria, secundaria y bachillerato —ni se diga—, vive las etapas más vulnerables, y mucha gente los involucra o los incita a la bebida. Se abren uno o dos grupos de AA, pero al mismo tiempo se abren muchos antros. Si hablamos en porcentajes, yo lo calcularía en un 40 % de jóvenes en el vicio del alcohol”, compartió un miembro en recuperación de Alcohólicos Anónimos, quien prefirió mantener el anonimato.
Esta estadística incluye tanto a jóvenes como a señoritas, quienes en muchos casos llegan a los centros de ayuda con doble adicción: alcoholismo y drogas altamente agresivas para su cuerpo.