El trágico accidente del Buque Escuela Cuauhtémoc ocurrido el sábado 17 de mayo en Nueva York cobró la vida de dos jóvenes mexicanos: Adal Jair Marcos, originario de Oaxaca y residente en Puebla, y América Yamileth Sánchez, de Xalapa, Veracruz. Ambos eran cadetes en formación de la Secretaría de Marina (Semar) y formaban parte de la tripulación que realizaba una gira internacional.
El choque de la emblemática embarcación de la Armada de México contra la estructura del puente de Brooklyn, aparentemente derivado de una falla mecánica al zarpar del muelle 17, dejó un saldo total de 22 personas lesionadas, 11 de ellas en estado delicado. Las investigaciones continúan por parte de autoridades mexicanas y estadounidenses.
Adal Jair, de 22 años, había recorrido más de 10 países como parte de su formación naval. Originario de San Mateo del Mar, Oaxaca, y con residencia en Puebla, era conocido entre sus compañeros como “Tyson” o “Marcos”. Su paso por ciudades como Tokio, Singapur, Sidney y la Polinesia Francesa quedó documentado en sus redes sociales, donde mostraba con orgullo su vocación por la Marina.
Por su parte, América Yamileth, de 20 años, era cadete de la Heroica Escuela Naval Militar de Antón Lizardo, Veracruz. Se encontraba en los mástiles al momento del impacto. A pocos días de cumplir 21 años, vivía con emoción su primera gran travesía naval. En redes sociales, había compartido una imagen del Buque Cuauhtémoc durante su estancia en Nueva York, sin imaginar que sería su última publicación.
Ambos jóvenes fueron homenajeados en un acto espontáneo de la comunidad mexicana en Nueva York, que colocó veladoras, flores y mensajes en su honor cerca del puente de Brooklyn. Familiares, amigos y compañeros de formación los recuerdan como cadetes ejemplares, entregados y apasionados por servir a México desde el mar.
La Semar ha iniciado los trámites para la repatriación de los cuerpos y ha brindado atención a los heridos. El Buque Cuauhtémoc, símbolo de la Marina mexicana, formaba parte del recorrido internacional “Bicentenario de la Consolidación de la Independencia en la Mar”, con destino final en Islandia tras visitar 22 puertos de 15 países.
Este lamentable accidente no solo enluta a la institución naval, sino que deja una profunda huella entre quienes conocieron a Adal Jair y América Yamileth, jóvenes que soñaban con servir a su país y que encontraron en el mar su vocación y, trágicamente, su última travesía.