En una histórica decisión, el Congreso de la Ciudad de México aprobó con 61 votos a favor y uno en contra el dictamen que permite la realización de corridas de toros sin violencia. La nueva normativa prohíbe el maltrato y sacrificio de los toros durante los eventos, marcando un avance en la protección animal en la capital.
La reforma establece que las corridas de toros podrán llevarse a cabo, pero sin causar lesiones ni la muerte al animal. La medida elimina el uso de instrumentos como puya, banderillas y estoques, prohibiendo la tradicional “suerte suprema” en la que el torero acaba con la vida del toro. Además, se amplió el tiempo de cada corrida a 15 minutos, en lugar de los 10 propuestos originalmente.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, celebró la aprobación, destacando que esta decisión refleja un compromiso con el bienestar animal. Por su parte, la diputada del PAN, Daniela Álvarez, calificó la reforma como un paso trascendental hacia una sociedad más sensible y humana.
En contraste, el diputado de Morena, Pedro Haces, criticó la reforma, argumentando que las prohibiciones sin conocimiento no son viables a largo plazo. Haces, conocido por su vinculación con la industria taurina, fue el único legislador en votar en contra.
Durante la votación, tanto aficionados a la tauromaquia como activistas por los derechos de los animales se manifestaron a las afueras del Congreso de CDMX. Las organizaciones animalistas calificaron la reforma como un avance, aunque consideraron que la medida debería ampliarse hacia la prohibición total. La reforma entrará en vigor al día siguiente de su publicación en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.