Isabel Miranda de Wallace, fundadora de la organización Alto al Secuestro, falleció a los 68 años en el Hospital ABC de Santa Fe tras complicaciones derivadas de una cirugía. Su muerte, confirmada este sábado, marca el fin de una trayectoria que dejó una huella profunda en la seguridad pública del país.
Saltó a la fama a principios de los 2000 cuando su hijo, Hugo Wallace, fue secuestrado y asesinado, lo que la motivó a encabezar una intensa lucha contra este delito. Gracias a su activismo, logró influir en leyes y políticas de seguridad, ganando reconocimiento como una figura clave en el combate al crimen organizado.
Sin embargo, su historia no estuvo exenta de controversias. Con el tiempo, su versión del caso Wallace fue cuestionada, y diversas investigaciones señalaron posibles irregularidades en las pruebas que presentó, lo que llevó a la detención de personas cuya culpabilidad ha sido puesta en duda.
En particular, la organización civil que fundó y su figura pública estuvieron en la mira de quienes la acusaban de manipular la ley para perseguir a personas que, según diversas investigaciones, no tenían responsabilidad en el crimen de su hijo.
Durante más de 20 años, Miranda de Wallace fue criticada por su persecución a abogados, defensores de derechos humanos y periodistas que intentaron evidenciar las fallas en el caso. A pesar de las acusaciones y la creciente desconfianza hacia su figura, continuó ejerciendo una notable influencia en el ámbito de la seguridad pública y la justicia.
A pesar de las críticas, Miranda de Wallace mantuvo su postura firme contra el secuestro y defendió su lucha hasta el final.