La Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2025 estima una recaudación de 8.06 billones de pesos. Este monto implica un crecimiento anual en la captación de recursos de 5.4%, impulsada principalmente por un aumento en los ingresos tributarios. Sin embargo, aunque en 2024 la recaudación presupuestaria fue 2.2% mayor a lo estimado, algunos componentes no cumplieron las metas recaudatorias.
En 2024 el crecimiento económico tuvo una desaceleración y se ubicó en 1.3%; cifra inferior al 2.3% estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Si esta tendencia continúa en 2025, los ingresos tributarios serían menores a lo contemplado en la LIF.
En el documento “Ingresos presupuestarios 2025. Escenarios de recaudación y crecimiento”, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) refiere que, si la economía no alcanza el crecimiento de 2.3% estimado por la SHCP, el panorama recaudatorio podría variar.
Por un lado, si el crecimiento es inferior y se ubica en 1.3%, los ingresos públicos serían de 7.88 billones de pesos, por lo que no se cumpliría lo estimado en la LIF, y se podría recurrir a recortes en el gasto o aumentar la deuda pública. Por otro lado, si la economía alcanza el 3.3%, los ingresos serían de hasta 8.23 billones de pesos, superando lo estimado para el año, y permitiendo mayor inversión en programas sociales e infraestructura.
Aunado a ello, la posible imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos, podría repercutir en menores ingresos públicos por menos exportaciones mexicanas.
Para no recurrir al incremento de la deuda pública, la cual se encuentra en máximos históricos, es necesario que se refuercen las fuentes de ingreso del gobierno, así como mejorar la eficiencia recaudatoria. Un mayor endeudamiento podría afectar la confianza de inversionistas y afectar la nota crediticia del país.
Los retos fiscales demandan soluciones estructurales para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Los crecientes gastos comprometidos del gobierno, como las pensiones universales, demandan más recursos públicos. Por ello, una reforma tributaria que garantice la progresividad, sostenibilidad y eficiencia de la recaudación, es cada vez más necesaria.