En México, la historia oficial refiere que el Día de las Madre tiene que ver con José Vasconcelos; el entonces secretario de Educación Pública lanzó una convocatoria para institucionalizar las celebraciones a las mamás. El llamado lo hizo en el diario Excélsior durante abril de 1922 y la fecha quedó fijada el 10 de mayo.
Durante el sexenio de Manuel Ávila Camacho como presidente de la República, se colocó la primera piedra del Monumento a la Madre, que se ubica sobre avenida Insurgentes, entre Manuel Villalongín y James Sullivan, y tiene la leyenda “A la que nos amó antes de conocernos”.
La celebración del Día de la Madre no solo es una tradición de la cultura mexicana, sino también una ocasión para reflexionar sobre el papel fundamental de las madres en la sociedad y para promover la igualdad de género y el respeto hacia las mujeres.
Normalmente, las familias acostumbran reunirse para compartir comidas especiales, regalos y muestras de cariño para sus mamás.
Las calles y comercios de todo el país se llenan de flores, chocolates, tarjetas y regalos simbólicos que expresan aprecio y afecto hacia las madres.
Otras familias acostumbran ir a celebrar a los panteones por las mamás, abuelitas o tías que perdieron, adonde acostumbran llevar flores, música e incluso hasta comida.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta el año 2020 existía una población femenina en Puebla de 2 millones 718 mil 903 mujeres, de las cuales el 68% lo conformaban madres.
Esto equivale a un millón 848 mil 719 mujeres con al menos un hijo, de las cuales 366 mil 410 reportaron uno, 508 mil 033, dos, y 974 mil 276 mujeres tuvieron de tres hasta 13 hijos.