Luego de un fin de semana marcado por la violencia en Michoacán, este lunes la Secretaría de la Defensa informó a través de un comunicado, que el gobierno mexicano reforzó su despliegue militar con el envío de mil 200 efectivos.
De acuerdo con la fiscalía estatal, tres tiendas de conveniencia y cinco camiones y coches fueron incendiados, dicha acción es una táctica utilizada comúnmente por los cárteles de la droga para bloquear carreteras y hacer cumplir demandas de extorsión.
Asimismo, la dependencia informó sobre la detención de tres hombres y tres adolescentes vinculados a los ataques.
Los uniformados, miembros del Ejército y de la Guardia Nacional, fueron desplegados durante el fin de semana con la orden de evitar que los grupos del crimen organizado bloquearan más carreteras y que la gente pudiera realizar sus actividades con normalidad.
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Los cultivadores de limón y los agricultores del municipio de Buenavista se han quejado en las últimas semanas de la extorsión generalizada de los cárteles, que parecen haber multiplicado el importe de las cuotas que exigen y en Apatzingán, la mayoría de los productos básicos cuesta casi el doble de su precio normal desde hace meses, porque el crimen organizado se lleva una parte de las compras.
La situación amenaza el suministro de limón, algo que hace recordar la guerra contra el narcotráfico en México entre 2006 y 2012, cuando el cártel de la Familia Michoacana y, después Los Caballeros Templarios, quemaron empacadoras, impusieron precios a las cosechas, exigieron dinero por protección e incluso indicaron a los productores qué días podían recoger su cosecha.