Esta semana ha estado en el centro de la opinión pública la discusión entre congresistas republicanos y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), los primeros acusan que Estados Unidos debe catalogar a al cárteles del narcotráfico como grupos terrorista para que el ejército de este país pueda combatirlos en México; mientras que, el mandatario mexicano acusó esto es injerencia y una falta a la autonomía de México.
Entonces, el día de ayer, el presidente de México dijo que si continuaban este tipo de opiniones y propuestas por parte de congresistas republicanos, el Gobierno de México haría una campaña para que en las próximas elecciones la comunidad latina no vote por el Partido Republicano.
Esta aseveración llamó la atención de muchos analistas y expertos en política, pues consideraron que el presidente de México cae en lo que critica, pues decir que hará una campaña en contra del Partido Republicano es una intromisión en el proceso electoral de Estados Unidos.
Por ejemplo, Leonardo Curzio Gutiérrez, investigador del Centro de Investigaciones del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que no es la primera vez que López Obrador emite este tipo de sentencias, por el contrario, el mandatario mexicano lleva mucho tiempo con este tipo de discursos, pero no hay ninguna consecuencia, solo molesta a algunos políticos estadounidenses, pero es imposible negar la intromisión del presidente en la política estadounidense.
El académico de la UNAM señaló que la propuesta de los congresistas Lindsey Graham y John Neely Kennedy es una iniciativa marginal, ya que desde se anunció generó controversia, pero no iba a ser una realidad, en cambio, dijo que toda esta situación tiene un trasfondo electoral.
Por otro lado, para Pía Taracena Gout, académica de la Universidad Iberoamericana, el amague de una campaña en contra del Partido Republicano, rompe con el principio de no intervención de México. Agregó que las palabras de un jefe de Estado pesan, por lo que no pueden ser tomadas a la ligera, pues la política exterior también se construye a través de narrativas y discursos “no necesariamente de acciones, entonces la verdad es una declaración bastante interesante”.
Agregó que la iniciativa republicana surge de la percepción de que los grupos delictivos asesinan a ciudadanos mexicanos con total impunidad; sin embargo, el caso de Matamoros sobrepasa la realidad electoral y el afán de “politiquería”, como ha señalado López Obrador.
La académica señaló que las declaraciones de los estadounidenses son muy oportunas para la narrativa de la guerra del fentanilo, pues señalan que el problema viene desde México y “es urgente se haga algo”.
El analista Gabriel Guerra Castellano señaló que los legisladores de Estados Unidos están en campaña para las elecciones de 2024, por lo que es clásico que los aspirantes a una candidatura tomen a México como “piñata” y lo utilicen para lanzar propuestas como la de los congresistas.
Señaló que el presidente de México respondió a los legisladores estadounidenses de la misma manera: con política. Dudó que el Gobierno de México tenga el poder para influenciar las elecciones de Estados Unidos, independientemente de que López Obrador tenga una buena aceptación en el país vecino; sin embargo, dijo que los ciudadanos mexicanos de segunda y tercera generación suelen votar por políticas “poco amistosas para los mexicanos”.
Guerra Castellano señaló que como jefe de Estado, López Obrador no debe engancharse con políticos de segunda o tercera fila. Agregó que quienes deberían responder tendrían que ser los miembros del gabinete, legisladores e incluso los dirigentes de Morena. Pero, enfatizó que sería un error que López Obrador interfiriera en las elecciones de Estados Unidos.
