Un grupo de cinco personas, presuntamente integrantes del Cartel del Golfo, fue entregado durante la madrugada del jueves en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, acusados de ser los responsables de haber secuestrado a cuatro ciudadanos estadunidenses.
Uno de los detenidos, identificado como Ernesto Sánchez Rivera, “La Mierda” o “El Metro 22”, de 34 años, es el líder de un grupo que opera en la ciudad de Reynosa, el cual mantiene una lucha interna con otras células del mismo cartel, por lo que han asesinado a cientos de personas por la rivalidad.
El resto de los detenidos son: Jorge Eduardo Navarro Chávez, de 37 años; José Manuel Figueroa Benito, “El Benito”, de 35 años, y Sergio González Bocanegra, de 34 años.
En el lugar de su detención, las autoridades encontraron dos granadas, un cargador y un radio de alta frecuencia que alerta la presencia de las autoridades estatales y federales, así como militares.
Se decomisó una cartulina en la cual los señalan como responsables de haber participado en la persecución y muerte de dos de los estadounidenses, así como también de una mujer mexicana que era ajena a los hechos. La cartulina está firmada por el “Grupo Escorpiones” del Cartel del Golfo.
Los cinco detenidos fueron amarrados y abandonados en la zona centro, en las calles Primera con Lauro Villar, donde ocurrieron los hechos en los que perdió la vida Areli Pablo Servando y los norteamericanos que eran perseguidos en una minivan fueron levantados y secuestrados.
Líder de la célula delictiva, originario de EE. UU.
Trascendió que Ernesto Sánchez Rivera, “El Metro 22”, así como su hermano identificado como Héctor, “La Mimi” o “M1”, son integrantes de la célula criminal que opera en la ciudad de Reynosa.
Sin embargo, tras la masacre ocurrida en junio de 2021, en la que murieron cerca de 15 personas, decidieron abandonar la ciudad y se trasladaron a Estados Unidos, de donde son originarios.
Posteriormente, ya cuando las cosas se calmaron, regresaron y se unieron con otras facciones del mismo cartel. La zona de influencia era hacia el sur, en la frontera del municipio de Río Bravo.
Figuraban como equipo de choque contra la célula criminal “Los Escorpiones”, grupo armado a la orden de Matamoros.
