El ascenso del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) sugiere que el enfoque del gobierno de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad, el cual tiene como prioridad eliminar a los “objetivos de alto valor”, sólo está funcionando en algunas partes del país, publica The Economist.
Esta estrategia también ha sido criticada desde México. Distintos analistas dijeron aSinEmbargo la semana pasada que repetir el plan de acción del ex Presidente Felipe Calderón llevará a un resultado similar al que se sufrió en el sexenio pasado. Ahora, el semanario británico refiere que la aparición del Cártel da una lección: “Muestra que los nuevos gigantes pueden formarse a partir de los restos de los grupos derrotados”.
Menciona que “el caos del Primero de Mayo fue uno de los actos más dramáticos de desafío por parte las bandas de narcotraficantes desde la ofensiva contra ellos que comenzó en 2006″. Dice que el Cártel de Jalisco Nueva Generación está dispuesto a enfrentarse a las fuerzas federales”, y hace una reseña de cómo Jalisco se convirtió la semana pasada en una “zona de guerra”:
“Esto pone en tela de juicio la estrategia del Gobierno federal contra los cárteles”, agrega.
El argumento de The Economist es casi igual al de Los Ángeles Times, que ayer aseguró que a un mes de que se lleven a cabo las elecciones, México es testigo de un nivel de violencia en la que los narcotraficantes se han enfrentado directamente con el Ejército y que plantea interrogantes sobre el progreso del Gobierno en la lucha contra el crimen.
No obstante, dice el semanario inglés, el CJNG pudo haber hecho un mal cálculo con el “caos del 1 de mayo”, ya que ahora es el objetivo número uno de las autoridades federales. También menciona que los analistas han previsto la eventual captura de su líder Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
“Pero como los mexicanos en Jalisco están empezando a aprender, no es suficiente con eliminar a los capos y romper sus organizaciones. Sus sucesores pueden ser iguales de letales”, menciona.
Y precisa: “los críticos sostienen que la estrategia de ir tras los capos y desmantelar sus organizaciones en grupos más pequeños, puede ser igualmente destructiva”.
The Economist dice que aunque estas células “tienen una capacidad menor para mover grandes cantidades de drogas […] explotan y controlan algunas comunidades con ferocidad desenfrenada, y se basan en la complicidad de los políticos y las empresas corruptas”.
En el caso del Cártel de Jalisco Nueva Generación refiere que tiene sus raíces en dos grupos más antiguos: “Uno de ellos era una facción del Cártel del Milenio, un pionero en el tráfico de metanfetaminas, que se vino abajo después la captura en octubre de 2009 de su líder, Óscar Nava Valencia. El otro una ramificación del Cártel de Sinaloa, cuyo jefe, Nacho Coronel, fue asesinado por el Ejército en julio de 2010″.
“La Nueva Generación se deshizo de cierta competencia local en Jalisco. Luego consolidó su posición en otros estados después de que las autoridades capturaron o mataron a los líderes de los temibles Zetas y de los Caballeros Templarios”, precisa el reporta.
The Economist dice que el CJNG ha tenido un papel importante en el tráfico de metanfetaminas a Estados Unidos y de cocaína a Europa. Explica que además ha entrado a otras actividades lucrativas tales como el tráfico de armas, el secuestro y la extorsión.
“Nueva Generación ha chocado sangrientamente con otros grupos, especialmente con Los Zetas, y ha centrado recientemente su fuego contra la policía y el Ejército. El 7 de abril, el grupo emboscó a un convoy de la policía en un camino rural en Jalisco, matando a 15 agentes e hiriendo a cinco. La represión por el Ejército después de esa indignación provocó la violencia del 01 de mayo”, precisa el medio.