La construcción y operación de tres minicentrales hidroeléctricas en el municipio de Jalacingo, Veracruz, fue suspendida de manera definitiva por un tribunal federal, debido a que pueden provocar un daño ecológico irreversible en perjuicio de ocho comunidades indígenas asentadas en esa zona y en los límites de Puebla.
La decisión del tribunal responde a un amparo promovido por comunidades indígenas de Veracruz y Puebla que se opusieron a la construcción de las minicentrales, que habían sido previamente aprobadas por procedimiento administrativo.
Los quejosos señalaron, en su demanda de garantías, como autoridad responsable a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al presidente municipal de Jalacingo y al secretario del Medio Ambiente de Veracruz, así como al director de Política Ambiental e integración regional y sectorial de Semarnat.
En primera instancia, un juez federal desechó la queja al considerar que no se advertía afectación o menoscabo ecológico en la región conocida como sierra de Totonacapan y particularmente la zona de la cuenta del río Bobo-Nautla, ni en las comunidades ubicadas en el municipio de Jalacingo, así como las que se localizan en el municipio de Hueytamalco, Puebla.
Los miembros de las comunidades indígenas no se conformaron con esta decisión e impugnaron ante el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito con sede en Boca del Río, Veracruz, el cual les dio la razón, por lo que el proyecto fue suspendido de manera definitiva con base en distintos estudios, entre ellos, la declaración de expertos de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental (ELAW), que advertía la probable afectación del entorno ecológico de las comunidades indígenas por la consecución del proyecto.