Esta mañana en Palacio Nacional se lleva a cabo la promulgación de las leyes secundarias que servirán para implementar la Reforma Energética. La ceremonia es encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, fue el encargado de abrir la ceremonia, en donde destacó los cambios que las nuevas leyes traerán a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cuales pasan de ser paraestatales a empresas productivas del Estado.
Asimismo, señaló el fortalecimiento que se da a los reguladores como la Comisión Nacional de Hidrocarburos, quienes velarán por una mayor competencia entre las empresas productivas del Estado y aquellas empresas privadas que decidan participar en el sector.
Además, destacó la protección que la nueva regulación da al medio ambiente, con el fin de conservar el patrimonio ambiental del país. Añadió que el sector de las energías limpias también es parte importante de la reforma, cuidará al medio ambiente y atraerá inversiones.
El Secretario dijo que las nuevas leyes corresponden a un cambio de paradigmas en el sector que ayudaran a enfrentar la nueva realidad que enfrenta el país.
A continuación, el secretario de Hacienda Luis Videgaray dijo que la reforma implica también un cambio radical al sistema fiscal y la relación entre la energía y la Hacienda Pública.
El secretario Videgaray resaltó tres cambios. El primero de ellos, el fortalecimiento financiero de Pemex y CFE, el cual pretende dar herramientas a las empresas para enfrentar la competencia. Para esto, Pemex tendrá un nuevo régimen fiscal, lo cual disminuirá la carga que tiene sobre las finanzas públicas.
Asimismo, señaló que las empresas productivas del Estado tendrán completamente autonomía presupuestaria y sólo deberán respetar un techo de endeudamiento. Agregó que otro de los cambios fue la decisión de que el gobierno federal asuma pasivos laborales si se llega a un acuerdo con los trabajadores.
El segundo cambio es el de la renta petrolera. Videgaray dijo que con una mayor participación de empresas en el sector, la producción será mayor y, por lo tanto, los recursos obtenidos también. En este sentido, resaltó que los nuevos contratos con la industria privada serán en beneficio de los mexicanos, se dará a quienes beneficien más a las finanzas públicas y mantiene la propiedad de los hidrocarburos en la Nación.
El último cambio es la creación del Fondo Mexicano del Petróleo, un fideicomiso en manos del Banco de México, que garantizará que la renta petrolera sea recibida y usada para bien de los mexicanos.
Así, los ingresos petroleros ya no se depositarán en la Tesorería del país sino en el fideicomiso. Y será el Banco de México el encargado de hacer llegar los recursos a su destino para su aprovechamiento.
Conoce a fondo qué se aprobó con la Reforma
HIDROCARBUROS
-Las empresas privadas podrán participar en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos a través de contratos, que podrán ser de servicios, de utilidad o producción compartida o licencias.
-Las zonas que la petrolera estatal Pemex reciba para exploración y extracción serán bajo el esquema de asignaciones, pero podrá migrar a contratos, en los que podrá asociarse con privados.
-Los contratos serán licitados por el regulador del sector petrolero, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
-La CNH también se encargará de aprobar los planes de exploración y extracción de hidrocarburos, y de autorizar la perforación de pozos exploratorios -en aguas profundas y ultraprofundas- entre otras funciones.
-La Secretaría de Energía (Sener) regulará y otorgará los permisos para el tratamiento y refinación del petróleo, procesamiento de gas natural y la exportación e importación de hidrocarburos y petrolíferos.
-La Comisión Reguladora de Energía (CRE) supervisará y otorgará los permisos para el transporte, almacenamiento, distribución, compresión, licuefacción, descompresión, regasificación, comercialización y expendio al público de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos y la gestión de sistemas integrados.
-El conjunto de insumos y materiales para la exploración y extracción de hidrocarburos deberá ser en promedio al menos un 25 por ciento de origen mexicano al 2015. Este promedio se elevará gradualmente hasta alcanzar el 35 por ciento en el 2025.
-La Sener establecerá una participación obligatoria de Pemex u otra empresa productiva del Estado de al menos un 20 por ciento en los contratos en las áreas donde exista la posibilidad de encontrar yacimientos transfronterizos. En caso de que se confirme la existencia de hidrocarburos, se aplicarán los tratados internacionales que México haya suscrito al respecto.
-Los inversionistas tendrán que ceder entre un 0.5 y 2 por ciento de sus ingresos a los propietarios de los terrenos donde se pueda extraer petróleo y entre un 0.5 a 3 por ciento de donde sea posible comercializar gas natural no asociado.
-En áreas naturales protegidas no se podrán otorgar asignaciones ni contratos para la exploración de hidrocarburos.
-El Gobierno podrá revocar los contratos y asignaciones cuando la empresa emita en más de una ocasión reportes falsos o incompletos, no cumpla con el plan de trabajo o suspenda actividades por más de 182 días sin causa justificada o cuando se presente un accidente grave.
-La legislación establece una serie de multas por no cumplir con las condiciones de los permisos, contratos o asignaciones, por iniciar proyectos sin autorización de las autoridades o proporcionar información falsa.
-El Gobierno podría asumir una parte del pasivo laboral de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo condición de que ambas empresas modifiquen sus contratos colectivos de trabajo durante el año siguiente a la entrada en vigor del acuerdo.
FONDO MEXICANO DEL PETRÓLEO
-Se establece la creación del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, que se encargará de recibir y administrar los ingresos petroleros con excepción de los impuestos. El Fondo deberá transferir a la Secretaría de Hacienda los recursos necesarios para que los ingresos petroleros que se destinen al presupuesto anual se mantengan en el 4.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
CONTRAPRESTACIONES Y RÉGIMEN FISCAL DE PEMEX
-Todos los tipos de contratos deberán pagar un monto mensual por kilómetro cuadrado del área en exploración. Una vez que haya producción, se pagará una regalía sobre el valor bruto de los hidrocarburos producidos.
-Los contratos de licencia pagarán además un bono a la firma del contrato; una vez que haya producción se aplicará una tasa, ya sea a la utilidad operativa o al valor contractual de los hidrocarburos.
-En los contratos de utilidad y de producción compartida se pagará al Estado además una contraprestación que se determinará mediante la aplicación de un porcentaje a la utilidad operativa.
-Los contratistas podrán deducir parte de las inversiones realizadas para la exploración, aplicación de recuperación secundaria y mejorada, mantenimiento no capitalizable, inversiones para extracción de crudo o gas natural, así como inversiones en infraestructura de almacenamiento y transporte.
-El régimen fiscal de Pemex se modifica. De seis derechos que paga actualmente se reducirán a tres, que son:
a) Derecho por la utilidad compartida, que será del 65 por ciento sobre el valor de los hidrocarburos menos las deducciones permitidas
b) Derecho de extracción de hidrocarburos, que aplicará una tasa fija sobre los ingresos totales obtenidos de la producción de hidrocarburos (equivalente a una regalía).
c) Derecho de exploración de hidrocarburos, por el que se pagará mensualmente 1,150 pesos (86 dólares) por kilómetro cuadrado en las áreas en exploración.
Este monto se pagará durante los primeros cinco años de vigencia de la asignación. Una vez cumplidos los cinco años se pagará una cuota mensual de 2,750 pesos (208 dólares) por kilómetro cuadrado. Las cuotas de este derecho se actualizarán cada año de acuerdo a la inflación.
-Pemex pagará además cada año un dividendo al Estado, que será determinado por la Secretaría de Hacienda en base a la situación financiera de la empresa y sus planes de inversión y financiamiento. El monto esperado del dividendo estatal se incluirá en la iniciativa de Ley de Ingresos a ser aprobada por el Congreso.
-El dividendo empezará a aplicarse para el ejercicio fiscal 2016 y será, en esa ocasión, equivalente al 30 por ciento de los ingresos después de impuestos que genere Pemex en el 2015. El nivel mínimo del dividendo estatal se irá reduciendo hasta alcanzar el 15 por ciento en el 2012 y 0 por ciento en el 2027.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, fue el encargado de abrir la ceremonia, en donde destacó los cambios que las nuevas leyes traerán a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cuales pasan de ser paraestatales a empresas productivas del Estado.
Conoce en qué consiste el cambio a empresas productivas del Estado
Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejarán de ser paraestatales y se convertirán en empresas productivas del Estado, liberadas de la atadura burocrática de las secretarías de Hacienda y Energía, para que puedan hacer frente a la competencia del nuevo sector energético, sin lesionar los derechos de sus trabajadores en activo, jubilados y pensionados.
Ayer, el pleno del Senado aprobó en lo general (89-27) y en lo particular (88-26) las nuevas leyes de Pemex y CFE, con la meta de que cuenten con la fortaleza para cumplir su misión de trabajar para que México obtenga el mayor beneficio económico de su potencial energético.
PRD y PT insistieron en que estas leyes desmantelan y privatizan a Pemex y CFE, constituyen una traición a la patria y ponen en riesgo los empleos de miles de trabajadores.
Petróleos Mexicanos tiene como fin el desarrollo de actividades empresariales, económicas, industriales y comerciales en términos de su objeto, generando valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano como su propietario, así como actuar de manera transparente, honesta, eficiente, con sentido de equidad y responsabilidad social y ambiental, y procurando el mejoramiento de la productividad para maximizar la renta petrolera del Estado y contribuir con ello al desarrollo nacional”, dice la nueva Ley de Pemex.
“La Comisión Federal de Electricidad tiene como fin el desarrollo de actividades empresariales, económicas, industriales y comerciales en términos de su objeto, generando valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano como su propietario.
“En la ejecución de su objeto, la Comisión Federal de Electricidad deberá actuar de manera transparente, honesta, eficiente, con sentido de equidad, y responsabilidad social y ambiental, procurando el mejoramiento de la productividad con sustentabilidad para minimizar los costos de la industria eléctrica, en beneficio de la población y contribuir con ello al desarrollo nacional.
Asimismo, la CFE garantizará el acceso abierto a la Red Nacional de Transmisión y a las Redes Generales de Distribución, la operación eficiente del sector eléctrico y la competencia”, dice la nueva ley de CFE.
De acuerdo con la ley actual, Pemex es “un organismo descentralizado con fines productivos, personalidad jurídica y patrimonio propios, con domicilio en el Distrito Federal, que tiene por objeto llevar a cabo la exploración, la explotación y las demás actividades a que se refiere el artículo anterior, así como ejercer, conforme a lo dispuesto en esta ley, la conducción central y dirección estratégica de la industria petrolera”.
Las nuevas leyes aprobadas ayer por la mayoría del PRI, PAN y Partido Verde, dice que Pemex y la CFE son empresas productivas del Estado, “de propiedad exclusiva del gobierno federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios y gozará de autonomía técnica, operativa y de gestión”.
El Senado aprobó estas dos nuevas leyes que precisan, en sus exposiciones de motivos, que el nuevo diseño es similar al de empresas internacionales de vanguardia.
Facultad de decisión
A propuesta de las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos, el pleno introdujo cambios para dejar en claro que esta transformación de Pemex y CFE de empresas paraestatales a empresas productivas del Estado no afectará de forma alguna a los trabajadores ni a las conquistas laborales.
Los sindicatos de petroleros y electricistas conservan su facultad de decidir sobre la contratación de empleados para ocupar plazas sindicalizadas.
De igual forma, los cambios propuestos por las comisiones unidas aclara que la política de contratación, de evaluación del desempeño y de remuneraciones del resto del personal de Pemex y CFE, sus empresas productivas subsidiarias y de sus empresas filiales, deberá “cumplir con lo dispuesto en la legislación y en el contrato colectivo de trabajo vigente aplicables”.
Refrenda que la negociación salarial de los sindicatos será con el director general, no con el nuevo Comité de Recursos Humanos y Remuneraciones, creado en estas nuevas leyes como parte del Consejo de Administración de ambas empresas.
También deja en claro que la modificación de la naturaleza jurídica de Pemex y CFE, sus organismos subsidiarios y filiales “no deberá afectar en forma alguna los derechos de sus trabajadores en activo ni los de sus jubilados y pensionados”.
Agrega que Pemex y CFE, sus organismos subsidiarios y filiales, “con la participación de la representación sindical”, establecerán los mecanismos que resulten necesarios para la debida capacitación de sus recursos humanos, con la finalidad de garantizar su eficacia, productividad y competitividad en la industria de los hidrocarburos y en la consecución de su objeto.
El verdadero nacionalismo no es el que cierra las puertas al extranjero para seguir vanagloriándose de falsas victorias. El verdadero nacionalismo es el que le da la cara a los retos, el que confía en la capacidad de su gente y en el trabajo de todas y todos los mexicanos. Con este dictamen dotamos a nuestras empresas productivas de todas las herramientas para que puedan salir al mundo, y resultar victoriosas”, explicó en tribuna el presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, el priista David Penchyna.
“Con este dictamen, Pemex y CFE podrá ser lo que todos queremos, para seguir sintiéndonos orgullosos de lo que hasta ahora han logrado y también de lo que en las próximas décadas deben lograr y alcanzar mejores metas.
Pemex y CFE no se desmantelan. Pemex y CFE siguen siendo de las y los mexicanos. Estamos seguros que en los próximos años a México le espera un mejor futuro de lo hasta hoy alcanzado”, añadió.
La panista Sonia Mendoza, quien habló en nombre de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, destacó que “los derechos laborales de los trabajadores de Pemex y la CFE, y de sus organismos subsidiarios serán respetados en todo momento”.
Los ajustes
Con los cambios aprobados ayer por el Senado, Pemex y la CFE serán empresas productivas del Estado, y ya no paraestatales.
Si bien como paraestatales también eran organismos descentralizados con fines productivos, es decir, con personalidad jurídica y patrimonio propios, no tenían autonomía técnica, operativa y de gestión.
Ahora, en cambio, el propósito es que Pemex y la CFE sí tengan autonomía técnica, operativa y de gestión, lo que significa que no tendrán esas ataduras con las secretarías de Hacienda y de Energía.
Entre los principales argumentos de estos cambios está el de que se requiere de una radical transformación, a fin de dotarlas de una estructura auténticamente empresarial.
Así, serán diseñadas como verdaderas empresas privadas, pero sin dejar de ser ciento por ciento propiedad del Estado.
Se les asignará un régimen jurídico flexible que permita la mayor autonomía operativa posible.
El Estado como propietario, no como administrador.
Uno de los ejes fundamentales es el de transformar el rol del Estado mexicano. Así, la meta es que el gobierno se retire de la administración de Pemex y de la CFE, lo que no significa que pierda el control de los mismos.
El Estado mexicano tendrá entre sus funciones como propietario definir su objeto y actividades que realizarán.
Determinar las reglas mínimas de organización y designar a los miembros del Consejo de Administración.
Definir el dividendo a entregar, con base en los resultados financieros y recibir informes sobre la marcha de cada empresa.
Conoce los cambios que sufrirá Pemex
Pemex ha generado fuertes pérdidas económicas debido a su régimen fiscal, presupuestario y operativo. Tan sólo en 2013 dichas péridas ascendieron a más de 170 mil millones de pesos, cifra histórica de la última década, donde el pasivo laboral juega un rol importante en dichas pérdidas.
Es por eso que el gobierno federal propropuso al Congreso la denominada Ley de Pemex, con el fin de convertir a la petrolera en una empresa más eficiente y potenciar sus capacidades productivas.
Con esta normatividad, Pemex se convertirá en una “Empresa Productiva del Estado”, que contará con los mecanismos de administración y operación que le permitan funcionar como una compañía privada, pero manteniéndose totalmente como propiedad de la Nación. Estos cambios también le permitirán competir a nivel nacional e internacional con las grandes petroleras, o en todo caso asociarse a fin de aprender lo más posible de quien cuente con experiencia y la tecnología para la exploración y explotación de los hidrocarburos.
Para ello requiere de la mayor autonomía posible y la aplicación de las mejores prácticas de gobierno corporativo que le permitan generar valor económico, para lo cual Pemex deberá ser separada del resto de las entidades paraestatales a fin de no ser sometida, como hasta ahora, a un marco de control burocrático.
Consejo de administración
Uno de los aspectos más relevantes de la Ley de Pemex es el fortalecimiento al Consejo de Administración, el cual estará integrado por diez miembros, de los cuales cinco son independientes que deberán ser propuestos por el Ejecutivo Federal y aprobados por una mayoría en el Congreso para un periodo no mayor a cinco años, ratificando así la salida del sindicato petrolero.
Es así que las nuevas atribuciones que tendrá este órgano lo convierten en el ente más importante de la petrolera, pues tendrá la facultad de tomar decisiones relevantes, establecer estrategias y encaminar a la empresa para que opere bajo los mejores esquemas empresariales.
Por ello los consejeros ya no sólo opinarán sobre la gestión de Pemex, sino que además aprobarán los informes, el Plan de Negocios de la empresa, proyectos y los procedimientos que se celebren con subsidiarias o empresas filiales, e incluso tendrán el poder de remover del cargo al director de la compañía con una votación mayoritaria, lo cual hasta antes de esta Ley era atribución sólo del ejecutivo.
Sobre el tema, Arturo Carranza, analista de Solana Consultores, asegura que las atribuciones del consejo de administración es uno de los temas torales dentro de la Ley de Pemex, por ello fue necesario limitar la presencia del sindicato a fin de evitar en lo posible un conflicto de intereses como hasta ahora se había generado.
“El hecho de que no esté representado el sindicato le va a permitir al Consejo tomar decisiones de una forma más oportuna en términos de gestión empresarial. Para ello es muy importante que se haya reestructurado el interés máximo, tal como quedó establecido en la ley, que la empresa pueda generar valor económico para el país”, sostuvo.
Vigilancia y Auditoría
El analista del sector energético también destacó los temas de auditoria, vigilancia y transparencia, a los que consideró como uno de los principales retos, ya que la reestructuración del sistema de control permitirá identificar las áreas de conflicto, a fin de atacarlas y mejorarlas.
Para lo cual en el Artículo 50 de la Ley de Pemex se contempla la operación del Comité de Auditoría, Auditoría Interna y auditor Externo, que tendrá como objetivo principal el de dar seguimiento a la gestión de la petrolera y sus filiales.
No obstante, a fin de evitar actos de corrupción, la normatividad contempla la aplicación de las leyes en materia de transparencia y acceso a la información para prevenir, identificar, investigar y sancionar los actos u omisiones que contradigan o violen dicho mandato.
De esta forma, Pemex quedará sujeta a las obligaciones contenidas en la Ley del Mercado de Valores para que pueda darse una adecuada rendición de cuentas y evaluación de actividades y desempeño.
Pendientes a considerar
Arturo Carranza asegura que el pasivo laboral es el principal pendiente que deja la Ley de Pemex, aun cuando es un modelo único que podrá ayudar a la empresa a ser mucho eficiente.
Por ello consideró necesario que el gobierno federal busque aplicar también mecanismos que ayuden a la empresa a mitigar esta situación, pues de lo contrario se mantendrá como un lastre que no le permitirá competir ampliamente con otras compañías que lleguen a invertir en México.
Expuso además que en materia de régimen fiscal, las leyes no toman en cuenta los altos costos que la empresa deberá sufragar para el desarrollo de los campos petroleros, ya que éstos son cada vez más complejos e incrementan los gastos de extracción.
Considera que el l régimen fiscal va dejar de ser pesado, pero en un plazo de 10 años. “Yo espero que este tiempo sea suficiente para que Pemex avance, pues para que compita es necesario resolver esta situación”, afirmó el especialista.
Puntos fuertes
La Ley de Pemex establece que su objetivo será generar valor y rentabilidad para el Estado Mexicano.
Impide que las personas con las que Pemex celebre contratos puedan registrar como activos propios las reservas petroleras de la Nación.
El Consejo de Administración tendrá una visión empresarial para la petrolera.
El Consejo de Administración definirá la organización y estructura corporativa que mejor convenga al objetivo económico de Pemex.
Puntos críticos
Pemex dependerá de la Secretaría de Hacienda para el cálculo del dividendo que dará a la Nación.
El Congreso como contrapeso a la propuesta de dividendo de Hacienda podría partidizar la decisión sobre el mismo.
Que las utilidades de Pemex financien “el gasto público” deja abierta la puerta para usarlas en gasto corriente, y no de inversión.
No queda claro qué sucederá con la deuda que dejará la estructura actual de Pemex.
La Ronda Cero
Consiste en asignar a Pemex aquellos proyectos o áreas que haya elegido para mantener los trabajos de exploración y extracción de hidrocarburos, y para los cuales asegura tener la capacidad de operar, con el fin de hacerlos rentables para la empresa.
En marzo pasado, Pemex presentó ante la Secretaría de Energía la solicitud formal de la Ronda Cero, es decir, el listado de proyectos de exploración que espera conservar en el largo plazo.
Dicha solicitud será evaluada por la Secretaría de Energía, quien determinará si la empresa los conserva o no, con base al análisis técnico de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
La Secretaría de Energía tendrá 180 días, es decir, hasta el 17 de septiembre de este año, para definir el número de proyectos que le serán otorgados a Pemex.
Pemex tendrá un periodo definido para alcanzar resultados o de lo contrario deberá regresar las áreas al Estado para que éste las licite a privados.
El mencionado proceso forma parte de los cambios de la Reforma Energética.