Dos de los líderes políticos más importantes de las izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador, firmaron un documento en rechazo a las iniciativas de reformas energética y hacendaria que impulsa el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
En las oficinas de López Obrador en el Distrito Federal, ambos ex candidatos presidenciales hicieron un pronunciamiento conjunto como parte de su lucha por la defensa del petróleo y “ante la grave emergencia del país y la amenaza de continuar la entrega de nuestros recursos, territorios y riquezas con la reforma energética que promueve el gobierno”.
El documento también contiene las firmas del obispo, Raúl Vera López; los académicos Pablo González Casanova y Miguel Concha Malo; así como el ex secretario Ejecutivo de la desaparecida Comisión Nacional de Intermediación, Miguel Álvarez Gándara y Mario Saucedo Pérez, ex coordinador nacional del Movimiento Cívico.
“Los suscritos llamamos a todas las mexicanas y mexicanos, sin distinción de creencias, ideologías o posiciones políticas y sociales, a unirnos para evitar el despojo de la nación y de nuestro pueblo que promueven el gobierno y las corporaciones petroleras trasnacionales”, indica el documento.
LOS CUATRO PUNTOS
El escrito, firmado ayer, contiene cuatro puntos. El primero se opone abiertamente a las reformas de los artículos 27 y 28 de la Constitución mexicana que propone el gobierno y llama a defender la soberanía, así como los recursos energéticos que son propiedad de la nación tras incontables luchas históricas, como base del desarrollo integral y sustentable.
El segundo, muestra su oposición a la iniciativa de reforma hacendaria, que, asegura, distribuye la carga fiscal de una manera particularmente inequitativa y recesiva, profundizando la crisis al afectar a las pequeñas y medianas empresas, a las clases medias, y sobre todo a los trabajadores y a los más pobres de México.
Un tercero, rechaza la campaña mediática de linchamiento contra las “justas luchas” de los maestros ante una reforma que los priva de sus derechos laborales y que no es educativa.
Y finalmente el cuarto denuncia la creciente violencia, represión y violación a los Derechos Humanos civiles y sociales que sufren los movimientos sociales, los pueblos y las comunidades, sus víctimas, dirigentes y defensores.
“Llamamos a todas las organizaciones sociales, políticas y culturales, a los movimientos, pueblos y comunidades indígenas y no indígenas, a los ciudadanos y ciudadanas a participar activa y pacíficamente, sin caer en provocaciones, desde todas las trincheras a las que cada quien tenga acceso, en las luchas por alcanzar estos objetivos de soberanía, libertad y justicia”, pronunciaron los firmantes.