En Zacatlán, el caos vial es parte del paisaje, pero la paciencia ciudadana se agota. El Ayuntamiento, encabezado por Beatriz Sánchez Galindo, destinó recursos para adquirir reductores de velocidad y señalética con límite de 20 km/h, equipo que –según confirmaron trabajadores municipales– fue entregado desde hace más de dos meses. Sin embargo, nada ha sido instalado, de acuerdo con información publicada por el portal e-consulta.
Mientras tanto, el Centro Histórico del Pueblo Mágico se ahoga cada fin de semana en un colapso vehicular que combina obras inconclusas, calles usadas como estacionamiento privado por funcionarios y la avalancha de visitantes que atrae la Feria de la Manzana 2025.
Lo más preocupante es que ni siquiera los agentes de Tránsito saben dónde está el material pagado con dinero público, lo que alimenta la percepción de opacidad y desorden en la administración. Con la feria en marcha hasta el 17 de agosto y las vialidades al borde del colapso, la incongruencia entre el gasto ya hecho y la ausencia de resultados se ha convertido en un emblema del descontrol municipal.
Mientras las autoridades guardan silencio, los zacatecos siguen pagando el costo del desorden, en tiempo, combustible… y paciencia.
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Tráfico colapsa Zacatlán y municipio compra señalética… pero no la pone