Tras el linchamiento de dos hombres que fueron acusados de “robachicos” en la comunidad de San Vicente Boquerón,perteneciente al municipio de Acatlán de Osorio, los familiares de las victimas exigen justicia y señalan que fueron amenazados tras intentar salvarlos de las manos de sus agresores.
Después de las 14:00 horas, vecinos de la comunidad que pertenece al municipio de Acatlán, detuvieron a dos personas que viajaban a bordo de una camioneta Ford, Explorer, de color negro y placas del estado de Puebla, a quienes acusaron de estar robando niños, sin embargo, de acuerdo con fuentes oficiales estos fueron detenidos porque se encontraban en estado de ebriedad.
Los acusados fueron llevados por la Policía Municipal a la cárcel de Acatlán, pero a través de redes sociales se esparció el rumor de que iban a ser liberados por falta de pruebas.
Fue entonces cuando los inconformes empezaron a convocar al pueblo y haciendo sonar la campana de la presidencia municipal, congregaron a un grupo de alrededor de 150 personas, además de generar tensión entre grupos que se congregaron en el zócalo y las avenidas cercanas.
Desde un primer momento, los pobladores pidieron que les entregaran a los detenidos para hacer justicia por su cuenta, sin embargo, al no ver respuesta favorable por parte de la policía, empezaron a golpear la puerta, hasta que lograron abrirla.
Las dos personas fueron sacadas del área que sirve de acceso al Centro de Readaptación Social (Cereso), y al momento en que pusieron un pie fuera, atados con una soga, les prendieron fuego.
Al ver que uno de ellos no se prendía completamente, los agresores le arrojaron gasolina y en medio de gritos, los cuerpos quedaron calcinados en cuestión de minutos, mientras decenas de curiosos grababan el hecho y tomaban fotos con sus celulares.
Posteriormente otro grupo de personas, incendiaron también la camioneta en que viajaban los dos hombres, por lo que en ese momento varios ciudadanos corrieron para resguardarse ante el temor de una posible explosión. Los negocios cercanos al lugar también bajaron sus cortinas ante la falta de seguridad y la ausencia de corporaciones policiacas.
Exige familia justicia
Apenas unos minutos después de la ejecución pública, familiares de las personas muertas arribaron al lugar, mismos que al ver los cuerpos identificaron a Alberto N. de 53 años y Ricardo N. de 21 e indignados, exigieron justicia.
Explicaron que los acusados eran campesinos de la comunidad de Tianguistengo y que fueron a hacer un mandado a la comunidad de San Vicente Boquerón. Asimismo, el hermano de Ricardo N. reveló que su consanguíneo dejó tres niños en la orfandad, entre ellos a una niña recién nacida.
Mientras los familiares exigían justica, los presentes callaron ante los reclamos, aunque uno de ellos se atrevió a alzar la voz para expresar que todos exigían justicia, y que los padres de familia del supuesto menor robado solo buscaban proteger a su hijo.
Familia de los linchados son amenazadas
La esposa de Alberto Flores de 43 años, el mayor de los linchados en Acatlán aseguró que fue amenazada por los pobladores de Acatlán al intentar defender tanto su pareja como al sobrino Alberto Flores, quienes señala sólo iban a comprar material para construir una barda, por lo que no se explica por qué los acusaron de roba chicos.
Narró que cuando ocurría el linchamiento, la familia intentó intervenir pero la multitud enfurecida no los dejaron acercarse y los amenazaron con también quemarlos.
Finalmente exigió que tanto ella como la familia buscan se haga justicia ante el injusto linchamiento.
Por su parte la madre de Alberto Flores de 43 años lamentó la muerte de su hijo y su nieto Ricardo Flores de 22 años, puesto que asegura que el linchamiento fue injustificado.
La señora narra que Alberto y Ricardo únicamente iban a ver a una tía, por lo que ahora “sólo exigen justicia”.
De igual manera la madre explicó que se trataba de una trampa, puesto que ellos nos eran criminales.
Velan los cuerpos de los dos linchados
Los cuerpos de Alberto Flores y Ricardo Flores calcinados por pobladores de San Vicente Boquerón la tarde de ayer, fueron entregados a sus familiares en la comunidad de Tianguistengo, de donde son originarios.
Los cuerpos llegaron alrededor del mediodía donde serán velados por sus familiares y conocidos que se encuentran destrozados y claman justicia por la barbarie, quienes señalan que fueron confundidos con robachicos.
La madre de Alberto Flores relató ante medios de comunicación que su hijo, junto con su nieto acudieron a San Vicente Boquerón para recoger material, pues eran albañiles y se dedicaban también al campo, pero estando allá entre la confusión fueron calcinados.
La madre de Alberto dijo que los confundieron con otras personas y por ello los detuvieron. De inmediato les dieron aviso de lo que estaba pasando, pero cuando llegaron a la comunidad para tratar de rescatarlos, ya los estaban quemando.
Ambas mujeres claman justicia por sus familiares acusados injustamente de delincuentes y asesinados de forma inhumana.
Con información de El Sol de Puebla y Diario Cambio







