La 74ª edición de Miss Universo, que coronó a la mexicana Fátima Bosch como la nueva reina de belleza, quedó empañada por un grave escándalo de presunta manipulación.
El compositor y pianista franco-libanés Omar Harfouch, uno de los ocho jueces oficiales del certamen, renunció días antes de la final y acusó públicamente a la organización de haber arreglado el resultado mediante un “jurado paralelo secreto” que preseleccionó a las finalistas sin el conocimiento del panel oficial.
Harfouch, quien además compuso la sinfonía oficial del evento, detonó la polémica el pasado 18 de noviembre a través de sus redes sociales. Según sus declaraciones, dos días antes de la gala final se realizó una “votación secreta e ilegítima” para elegir a las 30 semifinalistas de entre las 136 candidatas, pero esta fue llevada a cabo por personas ajenas al jurado oficial, incluyendo individuos con conflictos de interés, como al menos uno que mantenía una relación romántica con una concursante.
“Me engañaron y me utilizaron públicamente para dar credibilidad a un proceso ya viciado”, escribió Harfouch en Instagram.
Tras confrontar al presidente de la Organización Miss Universo, Raúl Rocha Cantú, el músico decidió renunciar para “no ser parte de esta farsa”. Horas después de la coronación de Fátima Bosch, Harfouch escaló sus acusaciones al calificar a la mexicana como “una “ganadora falsa” (“fake winner”) y afirmó que el triunfo de México estaba predeterminado por motivos comerciales, ya que Rocha mantendría negocios con el padre de la reina.
Un segundo juez, el exfutbolista francés Claude Makélélé, también anunció su renuncia por “razones personales imprevistas”, aunque no detalló si estaba relacionada con las denuncias de Harfouch.
Respuesta de la Organización Miss Universo
La Miss Universe Organization (MUO) emitió un comunicado rechazando categóricamente las acusaciones. Aseguraron que no existió ningún “jurado improvisado” ni grupo externo autorizado para seleccionar finalistas, y que todas las evaluaciones siguieron “protocolos transparentes y supervisados”. Según la organización, la votación mencionada correspondía a un programa paralelo independiente llamado “Beyond the Crown”, que premia proyectos sociales de las candidatas y no influye en los resultados del concurso principal.
La MUO aceptó la renuncia de Harfouch y le prohibió seguir utilizando la marca Miss Universo, amenazando con acciones legales si continuaba asociándose al certamen.
Reacciones y antecedentes de polémica
Tras la coronación de Fátima Bosch, las redes sociales estallaron con comentarios que califican el certamen de “arreglado” y “fraude”. Favoritas del público como Miss Chile (Inna Moll) o Miss Venezuela quedaron fuera del Top 5, lo que alimentó las sospechas.
Este no es el primer escándalo de la edición 2025: semanas atrás, varias candidatas abandonaron un evento en protesta después de que un directivo tailandés insultara públicamente a la propia Fátima Bosch, llamándola “tonta”. Además, Harfouch anunció que evalúa demandar a la organización por fraude, corrupción, abuso de poder y daños reputacionales, y que revelará más detalles en un documental de HBO programado para 2026.
Fuentes cercanas al certamen indican que al menos tres jueces renunciaron en total, lo que ha generado dudas sobre la integridad del proceso en una edición ya marcada por tensiones internas entre los propietarios tailandeses y mexicanos de la franquicia.
Hasta el momento, ni Fátima Bosch ni Raúl Rocha han respondido directamente a las acusaciones de manipulación.
La nueva Miss Universo 2025 inicia su reinado en medio de una de las crisis de credibilidad más graves en la historia reciente del concurso. La organización insiste en que el proceso fue justo y transparente, pero las denuncias de Harfouch han puesto en tela de juicio la legitimidad de la corona mexicana.

