La reconocida actriz estadounidense Sydney Sweeney, famosa por su participación en series como Euphoria y The White Lotus, se encuentra en medio de una fuerte polémica tras protagonizar una campaña publicitaria para la marca de ropa American Eagle. Lo que parecía una simple estrategia de marketing para vender jeans, terminó generando críticas por posibles mensajes relacionados con racismo y eugenesia.
El juego de palabras: ¿jeans o genes?
La controversia comenzó con el lanzamiento de “The Sydney Jean”, una línea de pantalones de mezclilla (jeans) diseñada por la actriz. En el anuncio, Sweeney aparece usando los jeans y dice:
“No estoy aquí para decirles que compren los jeans de American Eagle, y desde luego no voy a decir que son los más cómodos que he usado ni que te harán lucir increíble”.
Luego, aparece en pantalla el mensaje: “Sydney Sweeney tiene unos jeans geniales”, y ella remata con: “¿Te das cuenta de lo que hice, verdad?”
Este comentario hace referencia a un juego de palabras entre jeans (pantalones) y genes (material hereditario), ya que ambas palabras se pronuncian igual en inglés. En otro video, incluso se muestra a la actriz diciendo:
“Los genes se transmiten de padres a hijos y determinan cosas como el color del pelo, la personalidad e incluso el color de los ojos. Mis jeans son azules”.
¿Por qué molestó tanto esta campaña?
Muchas personas en redes sociales y medios internacionales han criticado la campaña por lo que consideran un mensaje “insensible” y con tintes racistas. La principal queja es que al hablar de buenos genes y al destacar la apariencia física de Sweeney –rubia, delgada y de ojos claros– se refuerza un ideal de belleza que históricamente ha sido usado para excluir a personas de otras razas, cuerpos diversos y estilos de vida.
Este tipo de ideas recuerdan al concepto de eugenesia, una antigua teoría que proponía “mejorar” a la humanidad eligiendo qué personas debían reproducirse según sus características físicas o mentales. Esta idea fue utilizada por los nazis en Alemania para justificar la discriminación, la persecución y hasta el exterminio de personas que no cumplían con su “modelo ideal” de ser humano.
En pocas palabras, la eugenesia es una forma de pensar que clasifica a las personas como “mejores” o “peores” según sus características genéticas, lo cual puede llevar a discriminar a quienes no se ajustan a esos estándares, como personas de otras razas, con discapacidad, o de la comunidad LGBT+.
¿Moda con mensaje?
Aunque la campaña fue presentada como una colaboración con causa –pues parte de las ganancias se destinaría a una organización que apoya la salud mental y víctimas de violencia doméstica–, muchas personas consideran que el mensaje fue mal manejado.
Incluso, en otro clip (que fue borrado rápidamente), se ve a Sweeney frente a una valla publicitaria donde se lee “buenos genes”, y ella misma borra la palabra genes y la cambia por jeans. Esta escena avivó aún más las críticas, ya que muchos vieron una relación directa con discursos de superioridad racial.
¿Fue un error o algo planeado?
Expertos en marketing creen que American Eagle sabía que esta campaña causaría revuelo. En el pasado, otras marcas como Calvin Klein o Pepsi han usado tácticas similares con frases provocativas para llamar la atención del público, aunque no siempre con buenos resultados.
Por ahora, ni American Eagle ni Sydney Sweeney han respondido directamente a las críticas. La campaña sigue activa en algunos medios, aunque varios de sus videos han sido eliminados de redes sociales tras la ola de reacciones negativas.
Más allá de los jeans: la importancia del contexto
Aunque para algunos el juego de palabras “jeans/genes” puede parecer inocente o hasta creativo, es importante recordar que la moda también comunica ideas. Y cuando se trata de figuras públicas y grandes marcas, el mensaje puede tener más peso del que se imaginan.
Sydney Sweeney for the new American Eagle campaign. pic.twitter.com/TQkOtmObfw
— Sydney Sweeney Daily (@sweeneydailyx) July 24, 2025
En un mundo donde aún se lucha por la igualdad y la inclusión, las palabras importan. Y lo que se dice –o se insinúa– en una campaña, puede reforzar estereotipos que muchas personas y comunidades llevan décadas intentando derribar.