Las cicatrices son parte de nuestra vida, cuentan historias que podrían ser difíciles de creer, pero también nos recuerdan los buenos y los malos momentos en los que se originaron. Por eso algunas personas han pensado en darles un giro, haciéndolas parte de un tatuaje que complemente la trama, le ponga punto final a una fracción de su vida y simbolice una nueva oportunidad.