El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el lunes 17 de noviembre, una resolución redactada por Estados Unidos que respalda el plan de paz para Gaza impulsado por el presidente Donald Trump.
La votación resultó en 13 votos a favor, 0 en contra y 2 abstenciones (de Rusia y China), lo que representa un respaldo internacional significativo al esquema propuesto, aunque no unánime.
Esta decisión llega en el contexto de un alto el fuego frágil establecido en octubre de 2025, tras dos años de conflicto que han causado casi 70 mil muertes palestinas y miles de rehenes liberados.
Contexto del Plan
El plan, conocido como el Plan Integral de 20 Puntos para Poner Fin al Conflicto en Gaza, fue anunciado por Trump el 29 de septiembre. Su primera fase ya se implementó con éxito parcial: incluyó un alto el fuego el 10 de octubre, la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, y una retirada parcial de tropas israelíes.
La resolución aprobada ahora autoriza la segunda fase, enfocada en la estabilización, reconstrucción y desmilitarización del enclave.
Trump lo ha calificado como “un momento de proporción histórica” que “conducirá a una mayor paz en todo el mundo”.
El documento fue negociado con aliados como Catar, Egipto, Arabia Saudí, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, y cuenta con el apoyo de líderes palestinos como Mahmoud Abbas, así como de más de una docena de jefes de Estado europeos. Israel, a través de su primer ministro Benjamin Netanyahu, lo ha aplaudido, enfatizando que Gaza será “desmilitarizada y Hamás desarmado, de la manera fácil o la difícil”. Sin embargo, Netanyahu ha reiterado su oposición a cualquier Estado palestino en el territorio.
Elementos clave de la resolución
La resolución establece mecanismos concretos para la transición en Gaza:
- Junta de Paz (Board of Peace): Órgano transitorio de gobierno, presidido por Trump, que supervisará la reconstrucción, economía y administración civil. Incluirá un comité tecnócrata palestino para servicios básicos mientras la Autoridad Palestina realiza reformas. Indefinida, hasta transferencia a la Autoridad Palestina reformada.
- Fuerza Internacional de Estabilización (ISF): coalición de tropas de países de mayoría musulmana (como Indonesia, Azerbaiyán y otros aliados árabes) para asegurar fronteras con Israel y Egipto, proteger civiles y corredores humanitarios, desmantelar infraestructura terrorista y capacitar a una nueva policía palestina. Hasta diciembre de 2027, con despliegue posible desde enero de 2026
- Desmilitarización: decomiso de armas de grupos como Hamás y destrucción de su infraestructura militar, para prevenir su reconstitución. Inmediato, bajo supervisión de la ISF.
- Camino a la autodeterminación: posible ruta hacia un Estado palestino soberano, condicionada a reformas en la Autoridad Palestina y avances en la reconstrucción de Gaza. A largo plazo, sin plazos fijos
El embajador estadounidense ante la ONU, Mike Waltz, defendió el plan argumentando que “si las naciones árabes, musulmanas, palestinos e israelíes lo aceptan, ¿cómo puede alguien oponerse?”. La resolución también exige el levantamiento de restricciones al flujo de ayuda humanitaria y prioriza la “estabilidad para que Gaza prospere”.
Trump celebró la votación en redes sociales, anunciando que en las próximas semanas revelará los miembros de la Junta de Paz (posiblemente incluyendo figuras como Tony Blair). Líderes israelíes y árabes lo ven como un paso pragmático hacia la paz.
Mientras que el grupo islamista Hamás lo califica de “imposición de una nueva forma de ocupación” que viola la soberanía palestina y compromete la neutralidad de la ISF al operar dentro de Gaza. Exigen que la fuerza se limite a vigilar fronteras.
Rusia advirtió sobre la falta de claridad en plazos para transferir el control a la Autoridad Palestina y criticó el control estadounidense implícito. China se abstuvo por preocupaciones similares sobre la neutralidad.
En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, lo llamó “un paso importante”, pero urgió acciones concretas en ayuda humanitaria. Críticos, como grupos de derechos humanos, cuestionan si realmente avanza hacia un Estado palestino o perpetúa el control israelí-estadounidense.
Esta aprobación otorga legitimidad internacional al plan, pero su éxito dependerá de la implementación, especialmente en un contexto de tensiones persistentes en Cisjordania y Líbano. El despliegue de la ISF podría marcar el inicio de una reconstrucción masiva, pero enfrenta riesgos de incumplimientos por parte de Hamás o escaladas israelíes.




