El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que su propuesta de aplicar aranceles del 100% a los productos chinos “no es sostenible”, aunque insistió en que se vio “obligado a hacerlo” debido a las políticas comerciales de Pekín. La declaración se dio durante una entrevista con Fox Business, en medio de una escalada de tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
“No es sostenible, pero esa es la cifra. Me obligaron a hacerlo”, dijo Trump al ser cuestionado sobre la viabilidad de los nuevos gravámenes, que amenazan con impactar sectores tecnológicos, manufactureros y logísticos de ambas naciones.
Los aranceles forman parte de una estrategia de presión de Washington tras la decisión de China de ampliar los controles a la exportación de tierras raras, minerales esenciales para la producción de dispositivos electrónicos, autos eléctricos y equipos de defensa. Según la Agencia Internacional de la Energía, el país asiático controla cerca del 60% de la extracción mundial y el 90% del refinado de estos materiales.
Trump confirmó que se reunirá con el presidente Xi Jinping en Corea del Sur dentro de dos semanas, en el marco de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Pese a las fricciones, el mandatario expresó su deseo de alcanzar “un acuerdo justo” con China y aseguró que “vamos a estar bien con ellos”.
A pesar de que las medidas se suspendieron temporalmente bajo una tregua de 90 días, esta expirará el 10 de noviembre, a menos que ambas naciones logren extender el acuerdo. Funcionarios estadounidenses, incluido el secretario del Tesoro Scott Bessent, confían en que las conversaciones con China permitan “volver a un punto beneficioso para ambos países”.