El Tribunal Superior de Bogotá ordenó este martes la libertad inmediata del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien desde agosto cumplía una condena de doce años de arresto domiciliario tras ser hallado culpable de soborno de testigos y fraude procesal.
La Sala Penal del tribunal, en un documento de 38 páginas instruyó a la jueza Sandra Heredia a revocar la privación de libertad hasta que se resuelva el recurso de apelación interpuesto por la defensa del exmandatario.
En su fallo, el tribunal señaló que la orden de prisión dictada en primera instancia estaba basada en criterios “vagos, indeterminados e imprecisos” como la percepción ciudadana, la convivencia pacífica o el efecto ejemplarizante. Para los magistrados, dichos argumentos son incompatibles con el principio de igualdad ante la ley y desconocen la presunción de inocencia, pues la conducta atribuida a Uribe afectaría a personas concretas y no de forma abstracta al conjunto de la sociedad.
La corte también criticó que la jueza hubiera considerado la relevancia pública de Uribe como un elemento para evaluar su peligrosidad, calificando este enfoque como subjetivo.
Tras conocerse la decisión, el exmandatario de 73 años reaccionó en su cuenta de X (antes Twitter): “Gracias a Dios y a tantos compatriotas por sus expresiones de solidaridad. Cada minuto de mi libertad lo dedicaré a la libertad de Colombia”.
Pese a su liberación, Uribe continúa enfrentando una condena que incluye inhabilitación política por más de ocho años y el pago de una multa superior a 3,444 millones de pesos colombianos, equivalente a 2 mil 420 salarios mínimos.
El caso contra el expresidente inició en 2012, cuando denunció al senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos. Sin embargo, la investigación concluyó que fueron emisarios de Uribe y su abogado Diego Cadena quienes intentaron ofrecer beneficios a exparamilitares para cambiar sus declaraciones. Así, Cepeda pasó de acusado a víctima, mientras que Uribe quedó en el centro del proceso judicial.