El Gobierno de Estados Unidos ha iniciado oficialmente los vuelos de deportación de migrantes desde el controvertido centro de detención “Alligator Alcatraz”, ubicado en una pista aérea abandonada en los Everglades de Florida. El anuncio fue hecho por el gobernador Ron DeSantis, quien afirmó que el número de expulsiones “está en aumento”.
“Me complace reportar que esos vuelos desde ‘Alligator Alcatraz’, de parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), han comenzado. Hemos removido a cientos de ilegales desde aquí y el ritmo incrementará”, expresó DeSantis en conferencia de prensa desde el lugar.
Este centro, también conocido como el “Alcatraz de los caimanes”, fue inaugurado a inicios de julio con una capacidad inicial para 2 mil migrantes, aunque se espera que pronto pueda albergar hasta 4 mil personas, según confirmó Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Manejo de Emergencias de Florida (FDEM).
El gobernador republicano también anunció que, en breve, se desplegarán elementos de la Guardia Nacional que fungirán como jueces migratorios, con el objetivo de acelerar los procesos de deportación, medida que cuenta con el respaldo del expresidente Donald Trump, quien visitó el sitio semanas atrás.
“Alligator Alcatraz fue diseñado para facilitar deportaciones rápidas. Tiene su propia pista aérea y puede operar vuelos comerciales día y noche”, detalló DeSantis, quien no precisó el número exacto ni las nacionalidades de los deportados hasta ahora.
El retorno de Trump al poder ha impulsado un aumento del 111% en la detención de migrantes en Florida, según Human Rights Watch, mientras que organizaciones civiles y familiares de migrantes detenidos califican el centro como un “campo de concentración”. Denuncian condiciones inhumanas, detenciones arbitrarias y al menos seis hospitalizaciones desde su apertura.