La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de Yeztugo (lenacapavir), un nuevo medicamento inyectable para la prevención del VIH que promete revolucionar el tratamiento profiláctico a nivel mundial. Desarrollado por Gilead Sciences, Yeztugo es el primer fármaco de acción semestral aprobado como profilaxis preexposición (PrEP) en adultos y adolescentes con alto riesgo de infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Con una sola inyección cada seis meses, Yeztugo demostró una eficacia de hasta el 100% en mujeres cisgénero del África subsahariana y entre 89% y 96% en hombres homosexuales, bisexuales y personas transgénero, superando ampliamente a tratamientos orales como Truvada. Estos resultados fueron obtenidos en ensayos clínicos realizados en países como Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Perú, Sudáfrica y Tailandia.
Daniel O’Day, director ejecutivo de Gilead, calificó el momento como “histórico”, destacando que este avance podría “llevar la epidemia del VIH a los libros de historia”. Por su parte, organizaciones como AVAC y el HIV+Hepatitis Policy Institute celebraron la aprobación como la oportunidad más significativa en cuatro décadas para frenar la transmisión del virus.
El mecanismo de acción de lenacapavir se distingue por bloquear la cápside del VIH, impidiendo su replicación en las células inmunes. Esta modalidad resuelve uno de los principales obstáculos de la PrEP oral: la baja adherencia al régimen diario, que ronda apenas el 50% al 55% entre los grupos de mayor riesgo.
El costo de Yeztugo será de 14,109 dólares por inyección, equivalente a 28,218 dólares anuales, aunque Gilead anunció programas de asistencia financiera para personas sin seguro o con bajos ingresos. Además, aseguró que los seguros de salud deberán cubrirlo como parte de los servicios preventivos obligatorios bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA).
Especialistas coinciden en que la aplicación semestral facilita el acceso y la continuidad del tratamiento. Clínicas comunitarias y organizaciones de telemedicina ya comenzaron a implementar estrategias para garantizar el suministro y la aplicación regular de Yeztugo, marcando un antes y un después en la lucha contra el VIH.