Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, en el seno de una familia de inmigrantes italianos. A los 21 años decidió ingresar a la Compañía de Jesús (jesuitas), una orden conocida por su compromiso con la educación, la justicia social y el servicio a los más necesitados. Fue ordenado sacerdote en 1969 y muy pronto destacó por su vida austera y su profunda vocación de servicio.
En 1992, Bergoglio fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires y en 1998 se convirtió en su arzobispo. En 2001, el papa Juan Pablo II lo nombró cardenal, dándole visibilidad internacional. Como arzobispo, era conocido por su estilo de vida sencillo: viajaba en transporte público, cocinaba su propia comida y vivía en un modesto apartamento.
Su elección como papa Francisco el 13 de marzo de 2013 rompió varios precedentes: fue el primer pontífice latinoamericano, el primero jesuita y el primero en adoptar el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad, pobreza y amor por la naturaleza.
Un papado marcado por la cercanía y los viajes
Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco dejó claro que su prioridad sería una Iglesia más cercana a los pobres, más inclusiva y abierta al diálogo interreligioso. Una de las herramientas clave de su liderazgo fueron los viajes apostólicos, que utilizó para llevar mensajes de paz, reconciliación y solidaridad a todos los rincones del mundo.
Brasil (2013): Su primer gran viaje fue a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, donde pronunció el famoso llamado: “¡Hagan lío!” pidiendo a los jóvenes ser protagonistas de un cambio social y espiritual.
Tierra Santa (2014): Visitó Israel, Palestina y Jordania, impulsando gestos históricos como rezar junto al Muro de las Lamentaciones y abrazar a líderes de diferentes religiones, buscando tender puentes en una de las regiones más conflictivas del mundo.
Estados Unidos y Cuba (2015): En un viaje sin precedentes, habló ante el Congreso de Estados Unidos, visitó cárceles y albergues de inmigrantes, y promovió el acercamiento diplomático entre Cuba y EE.UU., que derivó en la reanudación de relaciones bilaterales.
África (2015-2019): Realizó visitas clave a países como Uganda, Kenia, República Centroafricana y Mozambique, donde llamó a la paz y denunció los efectos de la pobreza, la corrupción y el colonialismo.
Suecia (2016): Participó en la conmemoración de los 500 años de la Reforma protestante, buscando acercamientos ecuménicos históricos entre católicos y luteranos.
Myanmar y Bangladesh (2017): Enfrentó la crisis de los rohingyas, minoría musulmana perseguida, condenando la violencia y defendiendo la dignidad humana frente a genocidios silenciosos.
Irak (2021): Fue el primer papa en visitar Irak, llevando un mensaje de esperanza y paz a comunidades devastadas por años de guerra. Su encuentro con el líder chiíta Al-Sistani fue considerado un hito para el diálogo interreligioso.
Canadá (2022): Pidió perdón a los pueblos indígenas por los abusos cometidos en internados religiosos, reconociendo el dolor causado por la Iglesia en el proceso de colonización.
Lisboa (2023): Asistió a la Jornada Mundial de la Juventud, reiterando su llamado a construir un futuro basado en la fe, la alegría y la solidaridad.
Encíclicas y reformas clave
Su pensamiento quedó plasmado en documentos fundamentales:
- Laudato Si’ (2015): Llamado urgente para cuidar la Casa Común frente a la crisis climática.
- Fratelli Tutti (2020): Reflexión sobre la fraternidad universal y el rechazo a la indiferencia global.
- Impulsó también una profunda reforma de la Curia romana, buscando mayor eficiencia, transparencia y descentralización.
El papa Francisco será recordado como un líder espiritual revolucionario, un constructor de puentes entre culturas y religiones, un defensor de los pobres y de la naturaleza.