Ucrania lanzó un ataque masivo con drones contra territorio ruso, alcanzando diversas instalaciones estratégicas, entre ellas una refinería de petróleo, un depósito de combustible y una fábrica de misiles. De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Rusia, este ha sido el mayor ataque aéreo registrado en 2025.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, confirmó que varios drones ucranianos fueron derribados en Kolomna y Ramenskoe, localidades cercanas a la capital rusa. Informó que no hubo daños ni víctimas, aunque los fragmentos de los drones cayeron en zonas residenciales.
Como medida preventiva, las autoridades rusas suspendieron operaciones en 9 aeropuertos, incluidos los de Moscú, Kazán, Nizhnikamsk, Penza, Samara, Sarátov y Ufá, debido a la presencia de drones en el espacio aéreo.
Impacto del ataque en la infraestructura rusa
Los ataques ucranianos se centraron en la región de Riazán, donde se produjeron incendios en una refinería petrolera crítica para el abastecimiento de combustible de aviación y vehículos militares rusos. También se atacó la fábrica “Kremni” en Briansk, especializada en la producción de microchips para misiles y drones.
El portavoz ucraniano, Andrí Kovalenko, confirmó los ataques y enfatizó que se llevaron a cabo para interrumpir el suministro de combustibles y componentes militares a las fuerzas rusas.
Rusia responde con ataque a Kiev
En represalia, Rusia lanzó un ataque con drones kamikazes contra la región de Kiev, causando la muerte de tres personas y dañando múltiples viviendas. La Policía ucraniana reportó la destrucción parcial de edificios y vehículos.