El tribunal de Aviñón, Francia, emitió una sentencia histórica al condenar a Dominique Pelicot, de 72 años, a 20 años de prisión por drogar y violar repetidamente a su esposa, Gisele Pelicot, durante casi una década. El caso, que ha horrorizado a la opinión pública, también implicó a 46 hombres, condenados por violación y agresión sexual, con penas de hasta 15 años.
La valentía de Gisele, quien enfrentó a sus agresores durante el juicio, ha transformado su historia en un símbolo de resistencia. Durante los tres meses que duró el proceso, pidió que los videos grabados por su exmarido se proyectaran en el tribunal. Con esta acción, Gisele ha buscado inspirar a otras mujeres a denunciar casos de abuso.
Según las investigaciones, Dominique Pelicot drogaba a Gisele con potentes tranquilizantes mezclados en su comida y café, lo que la dejaba inconsciente por horas. Aprovechando esta situación, invitaba a desconocidos, contactados a través de Internet, para abusar de ella. En total, se identificó a 72 hombres que acudieron a la casa del matrimonio en Mazan, aunque no todos pudieron ser localizados.
El caso salió a la luz en 2020 cuando Pelicot fue sorprendido tomando fotografías bajo las faldas de mujeres en un supermercado. Al ser investigado, la policía descubrió más de 20 mil fotos y videos que documentaban los abusos.
A pesar de las pruebas contundentes, algunos de los acusados intentaron defenderse argumentando que pensaban que se trataba de un “juego sexual consensuado”. Sin embargo, Gisele, con firmeza, rechazó estas afirmaciones: “No he hecho nada malo. Son ellos los que deben avergonzarse”, declaró.
El juicio ha desatado protestas en apoyo a Gisele y generado un intenso debate en Francia sobre la necesidad de actualizar las leyes de consentimiento sexual, que actualmente no establecen de manera explícita que las relaciones sexuales deben ser consensuadas.
Los hijos de la pareja, David, Caroline y Florian, han respaldado a su madre y repudiado las acciones de su padre.