El teniente general Igor Kirilov, jefe de las Fuerzas de Protección Nuclear, Biológica y Química de Rusia, falleció este martes tras un atentado con bomba en Moscú. Según el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), el artefacto explosivo, equivalente a 300 gramos de trilita, estaba oculto en un patinete eléctrico frente al domicilio del oficial.
El ataque ocurrió cuando Kirilov, de 54 años, salía de su vivienda en la avenida Riazanki acompañado de su ayudante, quien también murió en el atentado. Este hecho ha generado gran repercusión internacional, especialmente tras las declaraciones del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), que calificó el asesinato como una “operación especial”.
Acusaciones de Ucrania contra Kirilov
Ucrania había acusado a Igor Kirilov de crímenes de guerra, señalando que presuntamente ordenó el uso de armas químicas prohibidas contra las fuerzas ucranianas. Según el SBU, el atentado fue una represalia por estas acciones, argumentando que Kirilov era un objetivo “legítimo”.
El SBU declaró: “Un final ignominioso es lo que les espera a todos los que matan ucranianos. El castigo por los crímenes de guerra es inevitable”. Estas acusaciones fueron respaldadas por la fiscalía ucraniana, que lo señaló formalmente por el uso de agentes químicos en el conflicto.
Antecedentes y sanciones internacionales
Kirilov estaba al frente de las Fuerzas de Protección Nuclear, Biológica y Química de Rusia desde 2017. Durante su carrera, había sido reconocido como Héroe de Rusia y sancionado por el Reino Unido en octubre por el presunto uso de agentes químicos como la cloropicrina en el campo de batalla.