El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el inicio de la producción en serie del misil balístico Oreshnik, destacando su potencial destructivo, comparable al de un ataque nuclear si se utiliza de forma masiva.
Este armamento se empleó por primera vez en un ataque reciente contra Ucrania, según declaraciones del mandatario durante su participación en un foro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Kazajistán.
Putin justificó la fabricación y despliegue de este nuevo misil como una respuesta a las crecientes amenazas provenientes de los países occidentales, particularmente los ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania con misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos y sus aliados.
“Nuestros ataques son una respuesta a los actuales ataques sobre territorio ruso con misiles estadounidenses ATACMS. Como he dicho antes, siempre responderemos”, dijo.
El mandatario ruso aseguró que los recientes bombardeos sobre infraestructuras energéticas en Ucrania son una represalia directa ante los ataques contra territorio ruso. También acusó al “régimen ilegítimo” del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de operar sin elecciones democráticas.
Además, Putin afirmó que Rusia está ampliando su capacidad bélica a un ritmo sin precedentes. Según el presidente, la producción militar del país es actualmente “diez veces mayor” que la de todos los países de la OTAN combinados, y se espera un incremento adicional del 25 al 30% en la capacidad de fabricación durante el próximo año.
El Kremlin continúa reforzando sus capacidades militares frente a lo que describe como amenazas de Occidente, asegurando que seguirá respondiendo de manera contundente a cualquier ataque en su territorio.