Donald Trump fue declarado oficialmente presidente de Estados Unidos tras ganar las elecciones de este 2024, venciendo a la demócrata Kamala Harris con 277 votos del Colegio Electoral, superando los 270 necesarios. Además, Trump también obtuvo el voto popular, con un 51% frente al 47.5% de Harris, consolidando su regreso a la Casa Blanca con un amplio apoyo.
Durante su discurso de victoria en Florida, el exmandatario describió esta nueva administración como “la edad de oro de Estados Unidos”. Rodeado de su familia, su esposa Melania y su compañero de fórmula, JD Vance, Trump hizo un llamado a la unión y a “sanar al país”.
“Nunca ha habido una victoria así en este país”, aseguró el candidato ganador del Súper Martes, cuya campaña estuvo marcada por una retórica migratoria más estricta en la que reiteró su compromiso de “sellar las fronteras” y permitir el ingreso solo a quienes lo hagan “legalmente”.
Además, Trump destacó su intención de reducir la deuda nacional y bajar los impuestos, y expresó que llevará “cada gramo de espíritu y lucha” a la Casa Blanca, un puesto que calificó como “el trabajo más importante del mundo”.
En un tono mesurado, que contrastó con su beligerante actitud durante la campaña, Trump reiteró que su gobierno seguiría el lema “Promesas hechas, promesas cumplidas”, y enfatizó que su administración buscará conciliar las divisiones internas del país.
Apoyo de figuras influyentes
En su alocución, Trump elogió al multimillonario Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, y dueño de la red social X, describiéndolo como “una estrella”. Este apoyo ha generado especulaciones sobre un posible rol para Musk en la nueva administración, dada su cercanía con el expresidente durante la campaña.
Trump también insinuó que el excandidato independiente Robert F. Kennedy Jr., conocido por su escepticismo sobre las vacunas, podría ocupar un puesto en su gabinete relacionado con la atención médica: “RFK Jr. hará que Estados Unidos vuelva a ser saludable”, comentó Trump.
Una campaña polémica
La contienda electoral estuvo llena de controversias, con Trump en el centro de críticas por difundir información errónea sobre inmigrantes. En un debate, por ejemplo, mencionó que los inmigrantes haitianos en Ohio “se comen a los perros y gatos”, una afirmación que fue rápidamente desmentida por autoridades locales. Posteriormente, Trump aclaró que “solo estaba repitiendo lo que se informó”.
Pese a las controversias, Trump se consolidó como el candidato preferido en estados clave como Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, que fueron decisivos para su victoria. Georgia y Pensilvania, estados que había perdido en 2020 ante Joe Biden, marcaron el punto de inflexión para que recuperara el liderazgo en el Colegio Electoral.
Un regreso histórico
Trump, de 78 años, se convierte en el segundo presidente en la historia de Estados Unidos en ganar un segundo mandato tras haber perdido un intento de reelección, después de Grover Cleveland, demócrata, en el periodo 1893-1897. A lo largo de la campaña, su mensaje de unidad y fortaleza resonó con su base electoral, principalmente hombres blancos mayores de 40 años. JD Vance, su vicepresidente electo, calificó esta victoria como “el mayor regreso político de la historia”.
Trump también hizo mención al atentado que sufrió durante un mitin en julio, en el que fragmentos de un teleprompter alcanzado por una bala hirieron su oreja. Refiriéndose a este incidente, comentó: “Dios me salvó por una razón”, un mensaje que usó repetidamente en su campaña como símbolo de su compromiso y fortaleza. Trump tomará posesión del cargo el próximo 20 de enero de 2025.