Israel ha intensificado su ofensiva contra Hezbolá en Líbano, lanzando ataques por tierra, aire y, por primera vez, desde el mar. La Armada israelí participó en los bombardeos del miércoles, alcanzando objetivos estratégicos de Hezbolá, incluyendo lanzaderas, posiciones militares y escondites de armas.
La ofensiva marca un punto álgido en la escalada de violencia que ha dejado más de 2 mil fallecidos en tan solo unas semanas, según las autoridades libanesas.
El conflicto entre Israel y Hezbolá ha sido especialmente intenso en la frontera sur de Líbano, donde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una ofensiva terrestre el 1 de octubre.
Aunque Israel describió la operación como “selectiva”, los ataques han impactado bases de la fuerza de paz de la ONU (FINUL), lo que ha generado tensión a nivel internacional. La ofensiva también ha golpeado áreas civiles, incluidas instalaciones médicas, lo que ha provocado fuertes críticas de las autoridades libanesas.
En respuesta, Líbano presentó una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU, exigiendo la condena de los bombardeos israelíes y solicitando la implementación de la resolución 1701, que fue clave para poner fin al conflicto entre Israel y Hezbolá en 2006.
El gobierno libanés denuncia que los bombardeos han afectado centros de asistencia médica de urgencia y han causado la muerte de numerosos civiles, lo que consideran una clara violación del derecho internacional.
El primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati, ha instado a la ONU a que apruebe una resolución que exija un alto el fuego inmediato y reitere la necesidad de implementar la resolución 1701 en su totalidad.
Mikati subrayó que Hezbolá apoya la resolución y que Líbano está comprometido con defender sus derechos y territorio, calificando la invasión israelí como “totalmente inaceptable”.
Israel, por su parte, continúa justificando su ofensiva como una operación “limitada” dirigida contra objetivos terroristas de Hezbolá, asegurando que sus ataques están destinados a desmantelar infraestructuras clave de la milicia.
Mientras tanto, el conflicto sigue escalando, con bombardeos continuos en la capital, Beirut, y otras zonas de Líbano, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en la región.