Hezbolá, el grupo islamista libanés, afirmó este lunes que está listo para una ofensiva terrestre por parte de Israel, tras la muerte de su líder Hasán Nasralá en un bombardeo israelí en Beirut. En un discurso televisado, el número dos del movimiento, Naim Qasem, aseguró que la milicia está preparada para defenderse si las fuerzas israelíes deciden ingresar a territorio libanés.
El ataque que terminó con la vida de Nasralá y otras cuatro personas, incluido un general iraní, se produjo en el sur de Beirut, bastión de Hezbolá. Este bombardeo fue parte de una campaña militar lanzada por Israel para debilitar a la organización tras un año de tensiones y enfrentamientos en la frontera entre ambos países.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, calificó la muerte de Nasralá como “un paso importante” pero no el fin del conflicto. Según Gallant, Israel utilizará “todas sus capacidades” para garantizar la seguridad en el norte del país, que ha sido escenario de constantes ataques por parte de Hezbolá.
Por su parte, Hezbolá ha prometido continuar su lucha en “apoyo a Gaza”, donde el ejército israelí mantiene una ofensiva militar desde octubre de 2023, en respuesta a los ataques de Hamás. A pesar de la tensión, Irán, aliado clave de Hezbolá, ha descartado enviar combatientes a Líbano o Gaza, afirmando que las fuerzas locales tienen la capacidad para resistir la “agresión del régimen sionista”.
Este nuevo episodio de violencia en el Líbano ha dejado más de mil muertos desde septiembre y ha provocado el desplazamiento de aproximadamente un millón de personas, según las autoridades libanesas. La ONU informó que cerca de 100 mil ciudadanos libaneses y sirios han huido hacia Siria para escapar de los bombardeos.