Donald Trump, expresidente y actual candidato presidencial republicano, fue blanco de un presunto intento de asesinato en su club de golf en West Palm Beach, Florida. Según el FBI, el incidente ocurrió el domingo, apenas nueve semanas después de que Trump sobreviviera a otro atentado. El Servicio Secreto de Estados Unidos logró detener al sospechoso, identificado como Ryan Routh, quien fue aprehendido horas después en un condado cercano.
El ataque fue frustrado cuando agentes del Servicio Secreto, apostados cerca del campo de golf, detectaron la presencia de un fusil AK entre los arbustos a unos 365 metros (400 yardas) de distancia. Un agente abrió fuego, lo que hizo que el sospechoso soltara el arma y huyera en una camioneta SUV. El fusil, junto con una mira telescópica y una cámara GoPro, fueron recuperados en el lugar del incidente.
Routh, de 58 años, había mostrado apoyo a Trump en el pasado, pero recientemente había expresado simpatía por el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Además, Routh intentó reclutar soldados afganos para luchar en Ucrania, según informes de medios.
Trump confirmó que está a salvo a través de un correo a sus seguidores, donde señaló: “Hubo disparos cerca de mí, pero estoy bien”. Añadió que nada lo detendrá en su lucha política. El incidente ha generado nuevas preocupaciones sobre la seguridad del expresidente y la capacidad del Servicio Secreto para protegerlo adecuadamente, especialmente tras un intento previo de asesinato en julio.
El FBI está liderando la investigación, con el apoyo de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, también ha prometido una investigación independiente sobre cómo el sospechoso pudo acercarse tanto a Trump.