Gergő Bese, un sacerdote húngaro reconocido por sus opiniones anti-LGBT, ha sido acusado de asistir a fiestas gay y mantener relaciones con hombres, lo que ha generado un fuerte escándalo en Hungría. Estas denuncias han llegado hasta la nunciatura apostólica del país, lo que ha llevado a la suspensión de Bese.
Bese, quien ejerce como párroco en Dunavecse, una localidad cercana a Budapest, ha sido una figura destacada en su comunidad y en los medios húngaros, participando en congresos católicos y debates públicos, donde defendía su posición contraria a los derechos de las personas LGBT.
Sin embargo, en los últimos días, su imagen ha sido fuertemente cuestionada tras las acusaciones de haber asistido a varias fiestas gay, contradiciendo sus posiciones públicas.
Las denuncias provienen de la propia arquidiócesis de Kalocsa-Kecskemét y de la nunciatura apostólica en Hungría. Según el medio Valasz Online, hay evidencia en forma de videos, conversaciones y mensajes telefónicos que vinculan a Bese con reuniones de la comunidad gay, mientras que públicamente condenaba a este grupo.
Hungría ha adoptado una postura cada vez más hostil hacia la comunidad LGBT, especialmente desde que el gobierno de Viktor Orbán aprobó en 2021 una ley que prohíbe cualquier contenido que represente o promueva la homosexualidad o la reasignación de sexo.
Esta legislación ha sido fuertemente criticada por organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional, que la califican como un grave retroceso para los derechos LGBT en el país.